martes, 30 de junio de 2009

Vuélvase asertivo: los cuatro modelos de comportamiento (Segunda parte)


LOS CUATRO MODELOS DE COMPORTAMIENTO


No hay que confundir la asertividad con dos tipos de conducta diferentes: la agresividad y la manipulación; hay una gran diferencia entre ellas.


Comportamiento agresivo: muchas veces resulta difícil la convivencia con un ser agresivo. Decimos que tiene mal carácter, un humor inestable, siempre en tensión, se pone nervioso por cualquier cosa. Es intolerante, contradictorio, irónico. Seguro de sí mismo, nunca se cuestiona y siempre intenta imponer sus opiniones de modo imperativo. Unicamente le interesa su punto de vista, siempre concede prioridad a sus necesidades en detrimento de las necesidades de los demás y vive los intercambios como relaciones de fuerza. No escucha a nadie, no soporta la contradicción, frustra e irrita a sus interlocutores, a quienes no reconoce el derecho a la palabra, si no es para estar de acuerdo con él. A menudo recurre a la violencia o a la coacción para solucionar los problemas.


Comportamiento manipulador: igual que el agresivo, el manipulador tiende únicamente a satisfacer sus deseos personales y no muestra ninguna consideración hacia el interlocutor. A la inversa del agresivo, el manipulador es atento, educado (en apariencia) y disimula los sentimientos para explotar mejor al otro. Siembra confusión, desvirtúa las informaciones que ofrece, se sirve de la adulación, incluso de la mentira para alcanzar sus fines y conseguir que el otro ceda; cualquier intercambio adopta el aspecto de un timo. Para el manipulador,el otro es un objeto a su servicio, que maneja en función de los propios intereses.


Comportamiento asertivo: de un ser asertivo o afirmado se puede decir que se encuentra bien consigo mismo, que es equilibrado y que da una impresión de calma y bienestar interiores. Su humor es estable, no se enfurece con facilidad. Confía bastante en sí mismo, al tiempo que es consciente de sus límites y capaz de ponerse en duda. Está a la escucha de sí mismo y de su entorno. Aunque sabe defender y expresar claramente sus ideas y necesidades, también sabe respetar las de los demás. Si se enfrenta a problemas relacionales, siempre procura resolverlos mediante un diálogo auténtico y franco, tratando así de conciliar puntos de vista aparentemente diferentes y opuestos.

Y usted ¿quién es? Usted actua de acuerdo con el cuarto tipo de comportamiento que han puesto de manifiesto las teorías asertivas (habla de aquel que se siente inseguro):


Comportamiento pasivo: tiende a no reconocer ni reivindicar sus derechos, no exteriorizar las emociones, no expresar su opinión, ocultar los sentimientos. Esta actitud tiene por objetivo evitar los desacuerdos sin contradecir al interlocutor. Le da a entender que no es importante, que puede abusar de su confianza cuando le plazca y explotarlo. Parece decirle: "No te preocupes por mí, mis sentimientos son secundarios, mis ideas no tienen interés; soy inferior, tú eres mejor que yo; piensa, decide y actúa por mi". Al no respetarse, permite que los demás hagan lo mismo y le manipulen.


Un ejemplo le permitirá comprender mejor y diferenciar bien las cuatro actitudes:

Alain, jubilado, vive en un pequeño chalet en las afueras. Una bonita tarde de otoño está tomando el sol en la terraza. A los cinco minutos, le importuna un espeso humo negro. Procede del jardín de un vecino, que está quemando cartones.

Actitud agresiva: Alain se precipita a casa del vecino gritando, le insulta, le acusa de ser un pirómano, amenaza con denunciarlo al ayuntamiento, a la policía; rabioso, le tira las llaves a la cara.

Actitud manipuladora: Alain llama a la policía y al día siguiente se las apaña para encontrarse con el vecino y lanzarle una diatriba contra la gente intolerante... ¡Los otros vecinos!

Actitud asertiva: Alain va ver al vecino, le explica con calma que el humo le supone un problema y le pide ayuda para solucionarlo. Se ponen de acuerdo para apagar el fuego y Alain incluso propone echar una mano a su vecino.

Actitud pasiva: Alain no dice nada, entra en casa y cierra las ventanas.

(Idem, segunda parte de "Vuélvase asertivo")

lunes, 29 de junio de 2009

Vuélvase asertivo (Primera parte)


Vuélvase asertivo y habrá dado un paso más hacia el cambio y la confianza. Esta técnica conductual -también conocida como "afirmación de sí mismo"- nació en Estados Unidos. Nos enseña a expresar lo que queremos decir economizando esfuerzos, a actuar con arreglo a nuestras ideas, opiniones y sentimientos. a erigirnos en un verdadero interlocutor, auténtico en los intercambios y encuentros. Nos prepara para hacer frente a las situaciones cotidianas molestas y duras. Nos imprime una mayor soltura para ocuparnos de los acontecimientos problemáticos. Nos proporciona los medios para responder a ellos sin complejos ni culpabilidad, y sin herir a los demás.
La asertividad tiene la ventaja de la sencillez. Nos propone técnicas fáciles de entender y de aplicar, útiles y eficaces para formular una petición, negarse a una petición, expresar un descontento, resolver relaciones conflictivas, responder a las críticas, e incluso aceptar elogios.
Todas las situaciones que le incomodan le hacen sufrir y entonces reacciona con torpeza. En concreto, la asertividad le ayudará a saber qué decir y cómo decirlo cuando lo tenga delante. Este "listo para responder" le prepara para crear comportamientos nuevos, instaurando automatismos que enseguida funcionarán como reflejos.
Gracias a este método,abandonará su funcionamiento actual sin traumas y conquistará una nueva libertad de acción y de palabra. Es un modo de protegerse y de alcanzar sus fines, manteniendo al mismo tiempo la calidad de las relaciones. En otras palabras, los vínculos humanos ganan armonía, un respeto mutuo; cada uno puede decir lo que quiere y hacerlo sin contrariar al otro, sin agresividad ni manipulación.
(Texto recogido del libro "Tener confianza en uno mismo" de Marie Haddou, primera parte)

domingo, 28 de junio de 2009

Primer chakra: la justicia (VI) Segunda parte


Patrik, era un joven extraordinariamente encantador que asistió a uno de mis seminarios. Coqueteaba con toda mujer que se le pusiera a tres metros de distancia. Todas las personas que lo conocían lo encontraban jovial, simpático y acogedor. Trabajaba de auxiliar en la sala de urgencias de un hospital y era un excelente narrador cuando contaba cosas de su vida, todos lo escuchaban embelesados. Al parecer, pocos notaban que sufría de dolor crónico en las piernas y en al parte inferior de la espalda. No podía estar sentado durante toda una charla de vez en cuando tenía que ponerse de pie y estar así un rato para estirar el cuerpo. Caminaba con una ligera cojera.
Todos se imaginaban que Patrick era tan alegre en privado como se mostraba en público, pese a que procedía de Irlanda del Norte, famosa por sus interminables conflictos religiosos y económicos, y a que probablemente en al sala de urgencias le había tocado ver más de una herida por disparo y a más de una víctima de coche bomba.
Una mañana me encontré con él durante el desayuno y me pidió que le hiciera una lectura aunque le noté cierta incomodidad o reticencia al decírmelo. Le pregunté la edad, y cuando entré en ese estado distanciado que permite recibir impresiones, me preguntó, nervioso: --¿Cuánto crees que eres capaz de ver?
Al instante recibí la impresión de que en esos momentos él estaba involucrado en una actividad militar y de su intenso dolor en las piernas se debía a haber recibido fuertes golpes, hasta el extremo de quedar permanentemente lesionado.
¿Por qué recibo la impresión de que llevas una doble vida, la mitad entre militares y la otra mitad en el hospital? ¿Perteneces a alguna organización militar?
Inmediatamente se puso tenso, noté rigidez en todo su cuerpo y su actitud. Al verlo convertirse de un ser humano simpático y acogedor en un desconocido glacial, comprendí que yo acababa de cruzar una frontera peligrosa.
-Hay que estar preparado para protegerse en mi región del mundo. contestó.
-Obviamente se refería a los eternos conflictos de Irlanda del Norte. Pero yo supe inmediatamente que su energía no estaba implicada en la autoprotección sino en la agresividad.
-Creo que el peso de tu conexión con una organización de tipo militar es la causa de tu incapacidad para curar tu dolor crónico -le dije-. En mi opinión, necesitas reducir tu vinculación con ese grupo, si no dejarlo totalmente.
-Algunas cosas son posibles otras no -contestó él-. Uno no puede abandonar el poder de la historia. por mucho que quiera hacerlo. Además, una persona no puede cambiar fácilmente la forma en que se hacen las cosas. La venganza lleva a más venganzas; una semana son mis piernas, la semana siguiente son las de ellos. Es mi camino de tontos, pero una vez que estás en él, no puedes salir.
Estuvimos unos momentos en silencio, sin hablar ninguno de los dos. De pronto dijo:
-Ahora tengo que irme. Ya hemos dicho suficiente.
Yo creí que se refería a marcharse de la mesa del desayuno, pero en realidad se marchó del seminario y nunca más volví a verlo.
No sé si Patrick se vio obligado alguna vez a quitarle la vida a otra persona, pero si sé que el peso de su doble vida era lo que le impedía sanar sus piernas. Sencillamente era incapaz de dejar su "tribu militar", aunque fuera a costa de su salud y del conflicto entre su sentido de justicia personal y el ambiente de venganza justiciera que lo rodeaba.
La enseñanza última del primer chakra es que sólo la justicia verdadera está ordenada divinamente. Comprendí la profundidad de esta enseñanza cuando le estaba haciendo una lectura a una mujer que tenía cáncer extendido por todo el cuerpo. Al recibir las impresiones de ella, vi una imagen de la crucifixión. Esa imagen no estaba conectada con su religión, sino con su sensación de haber sufrido una experiencia "Judas", la dificultad de sanar de una terrible traición.
Mientras pensaba en el significado de esa imagen comprendí que la experiencia Judas es un arquetipo que expresa que el razonamiento y la justicia humanos siempre nos fallan en algún momento, y que no tenemos poder para reorganizar los acontecimientos ni rehacer las cosas a fin de que sean como las habríamos querido. La lección de una experiencia Judas es que poner la fe en la justicia humana es un error y que hemos de pasar la fe de la autoridad humana a la divina. Es confiar en que nuestra vida está gobernada "con justicia divina", aunque no podamos verla. Hemos de hacer un esfuerzo por no amargarnos ni aferrarnos al papel de víctimas cuando nos traicionan o no podemos obtener lo que deseamos, como hizo la mujer que desarrolló cáncer a consecuencia de su experiencia de traición. Necesitamos confiar en que no hemos sido víctimas en absoluto y en que esa experiencia dolorosa nos desafía a revisar dónde hemos colocado la fe. La historia de Erik es una clásica frustración de cómo es este desafío: ...

sábado, 27 de junio de 2009

Primer chakra: la justicia (VI) Primera parte


La tribu nos introduce en el concepto de justicia normalmente con la ley "ojo por ojo; diente por diente" o del "haz a los demás lo que quieras que ellos te hagan a ti", o la ley del karma: "El que siembra, recoge." La justicia tribal mantiene el orden social y se puede resumir así: Es justo tratar de vengarse por actos dañinos sin causa; es justo hacer todo lo que sea necesario para protegerse y proteger a la propia familia; es justo ayudar a los familiares en actos de protección o venganza. Es injusto poner en peligro a cualquier familiar para obtener un beneficio personal, es injusto no cumplir hasta el final un mandato tribal; es injusto no ayudar a alguien a quien la tribu considera una amenaza o un peligro. El mandato en contra de hacer caer la deshonra o la vergüenza sobre la familia ejerce una fuerza extraordinariamente controladora sobre cada uno de sus miembros.
Cuando un miembro de la tribu realiza algo de valor para los demás, éstos participan automáticamente de una "recompensa energética". No es infrecuente que un miembro de la tribu "viva del poder" de otro miembro que se ha ganado fama pública. "¿Qué hay en un apellido? Preguntamos a veces con desprecio. Hay muchísimo: la energía del orgullo o la vergüenza que transmite el primer chakra de una persona. Violar la justicia tribal, por otra parte, puede ser causa de pérdida de poder para el sistema energético de la persona, hasta el punto que ésta puede sentirse permanentemente "desconectada" y tener dificultades para conectar con otras personas.
Por lo general, la tribu cree que hay un motivo "humanamente lógico" para que las cosas ocurran como ocurren. Esta creencia causa una terrible aflicción. Algunas personas se pasan años tratando inútilmente de descubrir "el motivo" por el cual han tenido que soportar ciertos acontecimientos dolorosos; cuando no logran encontrar una razón satisfactoria, acaban viviendo como envueltos en la niebla, incapaces de continuar con su vida y de dejar atrás el pasado.
[...] Si logramos considerar que nuestras experiencias tribales están "organizadas" para favorecer el progreso espiritual, no la comodidad física, entonces comprenderemos que los acontecimientos dolorosos son esenciales para nuestro desarrollo personal, y no castigos de nuestros actos.
Cuando la justicia tribal obstaculiza el progreso espiritual, es necesario liberarse de su autoridad sobre el propio poder de elección. Este reto es uno de los más difíciles de los relacionados con el primer chakra, porque suele exigir una separación física de la familia o de un grupo de personas con las que hemos establecido lazos.

jueves, 25 de junio de 2009

Primer chakra: el honor (V) Segunda parte


Conocí a Sam en un seminario durante el cual nos contó sinceramente la historia de su vida. Se crió en medio de la pobreza y sin figura paterna. Sentía una fuerte necesidad de ser líder, aunque sólo fuera de una pandilla. Era una forma de experimentar un sentido del honor. Se dedicó al narcotráfico, negoció con el que ganaba casi 75.000 dólares a la semana. Tenía un grupo de "empleados" que le ayudaban en tratos que suponían enormes sumas de dinero.
Un día, cuando iba conduciendo, puso la radio del coche, estaban dando un programa de entrevistas. Estaba a punto de cambiar de emisora cuando la entrevistada hizo un comentario sobre la existencia de los ángeles. Dijo que cada persona tiene un ángel guardián, y que estos ángeles nos cuidan y observan todas nuestras actividades. "No tenía el menor deseo de seguir escuchando lo que decía al respecto, pero de repente me acordé de mi abuela. que cuando yo era niño me contaba historias sobre mi ángel de la guarda, que siempre me cuidaba. Había olvidado totalmente esas cosas, hasta que oí a aquella mujer hablar en la radio."
En ese momento iba a hacer una entrega de drogas, pero se sintió abrumado por la sensación de que su ángel lo estaba mirando. "Me pasé todo el santo día pensando cómo iba a explicar cuando me muriera lo que hacía para ganarme la vida."
Por primera vez en su vida comprendió que tenía un problema que no sabía cómo resolver.
Una noche, pocos días después de aquel programa de radio, chocó con el coche contra un poste eléctrico y se produjo lesiones bastante graves en las piernas en la parte superior de la espalda. Sus "empleados" le aseguraron que ellos continuarían con el negocio, pero él pensó que el accidente era una oportunidad para cambiar la dirección de su vida. Los médicos le dijeron que la recuperación del uso de las piernas sería un proceso largo y lento. y que era posible que tuviera que soportar un dolor crónico para el resto de su vida. Sam comenzó a leer libros sobre curación y sobre ángeles.
"Tenía la sensación de que si prometía no volver a las calles, mis piernas sanarían. Les dije a mis compinches que ya no me sentía capaz de aguantar la presión y, no sé muy bien por qué, me creyeron. Yo creo que se debió a que querían mi parte en el negocio, pero a mí me vino muy bien. Me marché del barrio en cuanto pude y recomencé mi vida."
Finalmente se metió en un tipo de "pandilla" diferente, un grupo de chicos que reunía por las noches en un local de la YMCA (Asociación de Jóvenes Cristianos) cercano. Se consagró a ayudarlos a evitar la vida que él había llevado anteriormente.
"Ahora gano poquísimo dinero, comparado con lo que estaba acostumbrado a ganar, pero la verdad es que eso no importa nada. Gano para vivir. Y cuando veo a esos chicos y ellos me cuentan sus sueños, les digo que todo es posible porque sé que es cierto. Incluso les digo lo importante que es enorgullecerse de lo que uno hace, y a veces les hablo de los ángeles. Esos chicos me hacen sentir que mi vida tiene una finalidad. Jamás había tenido esa sensación, y debo decir que produce una euforia mucho mejor que la que produce cualquiera de las drogas que vendía. Por primera vez en mi vida sé lo que es tener limpia el alma y sentirme orgulloso de lo que soy."
Sam se ha convertido en un tipo diferente de "jefe de pandilla", que inspira honor y honradez entre los chicos con quienes trabaja. Ahora cojea, pero camina. "¿Quién se habría imaginado que iba a andar más erguido cojeando?", comenta riéndose.
Todavía tiene días malos de dolor, como los llama él, pero su actitud hacia la vida es de dicha interminable. Estimula a todas las personas que lo conocen, e irradia una estima propia que procede de su auténtico amor por la vida. No me cabe duda de que descubrir una finalidad en la vida favoreció su curación.

miércoles, 24 de junio de 2009

Fuego liberador

Creada originalmente por Haideé Iglesias

El fuego, considerado por muchos como purificador y transformador, necesario. Esta noche fue la noche de Xan Xuan (San Juan). En el rito celta se celebra Beltaine, la entrada al solsticio de verano que es el día 21 de junio donde se encienden hogueras y se salta sobre ellas. Rito que aquí aún se conserva, así como el de escribir en una hoja de papel todo aquello que quieres abandonar y/o mejorar y lanzarla al fuego: todo lo malo se va y viene lo bueno. Es una noche llena de magia donde el fuego convive con nosotros sin ser temido y si adorado. ¿Quién se sustrae a la magia del fuego cuando este no hace daño? Lanzar los miedos a las llamas, tanto las del fuego exterior como las del interior. Cambiará todo después de abandonar el miedo, el más duro carcelero. Vivamos liberados.

martes, 23 de junio de 2009

El primer chakra: el honor (V) Primera parte


Una tribu está unida no sólo por los lazos de lealtad sino también de honor. El código de honor de cada tribu es una combinación de tradiciones y ritos religiosos y étnicos. Los ritos como el bautismo u otras ceremonias tribales de bendición vinculan energéticamente a los nuevos miembros con el poder espiritual del grupo. Ese sentido del honor nos transmite fuerzas, nos pone de parte de nuestras relaciones de sangre y raciales, y nos enseña lo que significa cumplir la palabra y actuar con integridad.
Si bien normalmente el honor no se considera un componente de la salud, yo he llegado a creer que bien podría estar entre sus componentes más esenciales, incluso en el mismo plano que el amor. El sentido del honor aporta una energía muy potente y positiva al sistema espiritual, biológico e inmunitario, a los huesos y a las piernas. Sin honor es muy difícil, si no imposible, que una persona permanezca erguida con orgullo y dignidad, porque carece de un marco de referencias para su comportamiento y decisiones, y así no puede confiar en sí mismo ni el los demás.
El sentido del honor forma parte de lo que la tribu enseña a sus miembros acerca del rito tribal fundamental del matrimonio. Una mujer, que era la última de un tronco familiar, lo expresaba así: << "Cuándo se estaba muriendo, mi padre me hizo prometerle que tendría un hijo. Yo le dije que no había encontrado a ningún hombre con el que me apeteciese casarme. Sus últimas palabras fueron: "Cásate con cualquiera, pero continúa la familia">>
La forma en que los cónyuges se comportan enseña los criterios éticos a la siguiente generación. El adulterio está prohibido; sin embargo, los mayores de una tribu que cometen adulterio dan permiso a sus hijos para quebrantar esa norma cuando sean adultos. El padre mantiene a la familia; sin embargo, un padre que abandona esa responsabilidad deja a sus hijos un significado muy distorsionado del compromiso y la responsabilidad. Se nos enseña a tratar con respeto a los demás; sin embargo, los progenitores que no se respetan a si mismos y mutuamente crían hijos que serán adultos no respetuosos. Sin la estabilidad moral de un código de conducta honrada, los niños se convierten en adultos incapaces de crearse una vida estable.
Hay que ser capaz de dar la palabra y atenerse a ella, sea a otra persona o a sí mismo. Hay que ser capaz de confiar en que uno va a terminar las cosas que comienza y a cumplir con sus compromisos. Cuando no confiamos en nosotros mismos, todos y todo nos parece temporal y frágil, porque así es como nos sentimos por dentro. Un hombre me dijo: "No quiero vivir como vivían mis padres, siempre mintiéndose uno a otro. Pero vivo pensando que en cierto modo he heredado esa característica y que si se presentan las circunstancias me comportaré igual" Esa carencia de honor individual trasciende las fronteras de las tribus personales y pasa a la sociedad en general.

Siempre y cuando esa palabra dada al cumplirla se haga desde la honestidad, pues mentir para cumplir una palabra dada es más nefasto para la salud que no cumplirla, ya que se estará mintiendo, tanto a uno mismo como a los demás. Vale más decir la verdad aunque los otros se decepciones que no seguir la mentira (esto mismo ya es un acto de honor), pues ésta acabará por traducirse en el comportamiento, quedando en peor lugar que si se reconoce de antemano que no se puede cumplir con la palabra dada, ya sea por haber cambiado las circunstancias o haber cambiado uno mismo. La rigidez acaba generando también estados emocionales desequilibrados, con lo que también se perjudica la salud.

lunes, 22 de junio de 2009

Primer chakra:la lealtad (IV) Tercera parte


Otro hombre, George, llegó a uno de mis seminarios porque su esposa le convenció que asistiera. No era el participante típico. Se presentó como un "espectador", y desde el comienzo dejó muy claro que todo este "abracadabra" eran cosas de su esposa, no de él.
Comencé el seminario con una introducción al sistema energético humano. George se dedicó a resolver un crucigrama. Se quedó dormido durante la parte de la charla sobre la relación entre las actitudes y la salud física. En el descanso le llevé una taza de café.
- ¿Conseguiré suscitar su interés por la bebida?- le pregunté., con la esperanza de que captara la indirecta de que prefería que mis alumnos tuvieran los ojos abiertos.
Después del descanso volví al primer chakra y a la naturaleza de la influencia tribal. Noté que George estaba un poco más atento. Al principio lo atribuí al efecto del café, pero cuando hablé de la influencia que tiene la primera programación sobre nuestra composición biológica, comentó:
-¿Quiere decir que todavía tengo en el cuerpo todo lo que me dijeron mis padres cuando era pequeño?
Su tono rayaba en el sarcasmo, pero ere evidente que algo del tema le había tocado una cuerda.
Le dije que tal vez no todo lo que le dijeron sus padres estaba todavía en su energía, pero que ciertamente muchas cosas sí.
-Por ejemplo, ¿qué recuerdos tiene de cómo consideraban sus padres el envejecimiento?- le pregunté, porque sabía que él acababa de cumplir sesenta años.
Todos los participantes se quedaron en silencio esperando su respuesta. Tan pronto se dio cuenta de que atención estaba puesta en él, se cohibió y adoptó una actitud de niño.
-No lo sé. Nunca he pensado en eso.
- Bueno, píenselo ahora -le dije, y repetí la pregunta.
La esposa de George estaba al borde del asiento, deseosa de responder por él. Le dirigí una mirada que significaba: "Ni se te ocurra", y ella se echó hacia atrás.
-No sé qué decir -dijo él-. Mis padres siempre me decían que trabajara mucho y ahorrara dinero porque tenía que ser capaz de cuidar de mi mismo en la vejez.
-¿Y cuándo piensa envejecer?
George no supo contestar a esa pregunta, de modo que la planteé de otra manera:
¿Cuándo envejecieron sus padres?
-Cuando llegaron a los sesenta, por supuesto.
-Así que a esa edad ha decidido hacerse viejo usted, cuando llegue a los sesenta.
- Todo el mundo es viejo a partir de los sesenta -contestó él-. Así es la vida. Por eso nos jubilamos a los sesenta. porque somos viejos.
La sesión de la tarde se inició en torno a los comentarios de George. El explicó al grupo que siempre había creído que la vejez comenzaba a los sesenta porque ése fue el mensaje que reforzaron constantemente sus padres, ninguno de los cuales llegó a pasar de los setenta.
Hablamos de lo que significa desconectarse de una creencia que no contiene ninguna verdad pero que, de todos modos, ejerce "poder" sobre nosotros. Ante la sorpresa de todos, incluidas su esposa y yo, George captó el concepto de inmediato, como si le hubieran regalado un nuevo juguete.
-¿Quiere decir que si me desconecto, como dice usted, de una idea, esa idea deja de tener voz en mi vida?
El momento decisivo llegó cuando él miró a su esposa y dijo:
-Yo ya no quiero ser viejo ¿y tú?
Ella se echó a reir y a llorar al mismo tiempo, como hicieron todos los demás asistentes al seminario. Aún no sé explicar por qué la comprensión de George "despegó" tan rápido. Rara vez he visto que alguien comprendiera algo con tanta rapidez y profundidad como él. cuando reconoció que el principal motivo de que estuviera envejeciendo era que creía que tenía que envejecer a los sesenta. Desde entonces George ha disfrutado de la vida y comenzado a respetar su percepción interior de la edad, en lugar de dejarse gobernar por el concepto que tiene de ésta la sociedad.

jueves, 18 de junio de 2009

Perfección

Imagen de autor desconocido para mi

Una vez un hombre viajó por todo el mundo buscando a la mujer perfecta. El quería casarse, pero ¿cómo iba a poder aceptar a un modelo imperfecto? El quería a una mujer perfecta. Regresó después de haber desperdiciado toda su vida porque no pudo encontrarla. Entonces, un día, un amigo le dijo:
-Ahora ya tienes setenta años y has buscado toda tu vida. ¿No pudiste encontrar a uno sola mujer perfecta?
-El hombre contestó:
-Si, una vez encontré a una mujer perfecta.
-¿Y que sucedió?
El hombre dijo entristecido:
-¿Qué sucedió? Esa mujer estaba buscando al hombre perfecto, así que no sucedió nada.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ...

miércoles, 17 de junio de 2009

"Psicoscopio"


En un país lejano vivía un inventor ingenioso que se había vuelto chiflado un poco jugando con la televisión. En el curso de sus experimentos fabricó una especie de espejo mental al que llamó psicoscopio, por medio del cual una persona podía ver su estado mental con la misma claridad con que podía ver su cuerpo físico a través de una lupa.
Una vez fue perfeccionado el instrumento, se abrió una fábrica para producirlo y se dio a conocer en el país con la publicidad adecuada. Pronto hubo un montón de pedidos. Las esposas lo compraban para sus esposos - atención, las esposas lo compraban para sus esposos- y los esposos lo compraban para las esposas y cuñados. Los padres lo compraban para sus hijos, e incluso los hijos lo compraban para sus padres. Los empresarios hicieron grandes pedidos para sus empleados. Se sabe, o quizás es sólo un rumor, que únicamente un individuo en todo el país, confesó haberlo comprado para su propio uso. El alborozado inventor se vio nadando en la abundancia: se vendieron millones de estos artefactos.
Entonces casi con la misma celeridad, las ventas descendieron y sin más cayeron a cero. Los investigadores que se enviaron a recorrer el país informaron de que las casas de empeños estaban abarrotadas de psicoscopios, mientras millares de ellos se habían estropeado accidentalmente o habían ido a parar misteriosamente a la basura.
Desesperado, el inventor se dedicó a una nueva tarea. Le dio un sentido opuesto al funcionamiento del instrumento, a fin de que idealizara el estado mental reflejado. De esta manera las personas se veían a si mismas no como eran, sino como querían aparecer, con sus defectos arreglados y coloreados de rosa, y su fealdad encubierta de inocencia. Al final del año, por lo visto, la compañía declaró dividendos del cincuenta por ciento.
Je, je, je, ...
Historia recogida en un libro de Osho.

martes, 16 de junio de 2009

Pensamientos, palabras y obras


..."La mente subconsciente advierte y nota muchas menudencias que le pasan por alto a la mente en vigilia, y por lo tanto posee mejores datos para razonar. Además, las facultades mentales subconscientes razonan deductivamente con poderosa lógica si les proporcionan exactos elementos de juicio, y muchos de los que llamamos razonamientos intuitivos provienen de la actualción de las facultades subconscientes.
Alguien tal vez diga que en nada de esto, por interesante que sea, hay clarividencia, y sin embargo, también desempeña importante parte en esta rudimentaria modalidad de previsión.
Conviene recordar que por clarividencia pueden percibirse los pensamientos y emociones de una persona, con tal que la atención del clarividente se enfoque en ella, pues de lo contrario no se dará cuenta la mente en vigilia e intervendrán las facultades subconscientes cuyo poder de razonar deductivamente es mayor que el de la persona vulgar, pues tiene mejores y más completos elementos de juicio.
Dícese provervialmente que los sucesos futuros arrojan de antemano su sombra, y muchas personas tienen lo que se llaman presentimientos o corazonadas sin darse cuenta de que ejercen entonces rudimentarias facultades clarividentes. La combinación de una simple modalidad de clarividencia con una activa mente subconsciente produciría maravillosos resultados aunque no tan complejos como los de la plena clarividencia del futuro.
Algunos se figuran que esta modalidad de previsión tiene mucho de fatalista; pero no hay tal, puesto que cuando se recibe un aviso de esta índole es posible proceder de modo que ese evite la prevista calamidad, aunque también hemos de tener en cuenta que cada suceso es consecuencia de otros precedentes sin los cuales no hubiera podido ocurrir y con los que debe ocurrir necesariamente a menos que se interpongan otros que neutralicen el efecto de los precedentes.
No hemos de olvidar la ley de causa y efecto, y si somos capaces de establecer racionalmente la relación entre una causa y su natural efecto, podremos predecir sucesos futuros que no serán ni más ni menos que los efectos de las causas previamente establecidas, aunque contando siempre con la eventual interpolación de nuevas causas que también producirán sus correspondientes efectos.
Dice un autor sobre el particular:
"No cabe duda de que todo cuanto en el presente sucede es el resultado de causas establecidas en el pasado y lo que ha de suceder en el futuro resultará de las causas establecidas en el presente.
"Aún en el mundo físico podremos calcular que si se cometen tales o cuales acciones darán tales o cuales resultados, aunque acaso nuestro cálculo quede invalidado por la imprevista intervención de otros factores.
"Pero si transportamos la conciencia a planos superiores veremos con mucha mayor amplitud el futuro resultado de nuestras acciones. Así por ejemplo, en dicho nivel de conciencia suprafísica veríamos el efecto que una palabra pronunciada al acaso produce no sólo en la persona a quien va dirigida, sino que por medio de ella también produce efecto en otras personas por las cuales se van difundiendo sus vibraciones en cada vez más amplios círculos hasta alcanzar a todos los habitantes de un país. Una vislumbre de la necesidad de ser circunspectos en pensamientos, palabras y obras."...

Si por cada palabra pronunciada nos cobraran, nos miraríamos muy mucho antes de hablar. Ya que vivimos en un mundo en el que la mayoría se esclaviza del dinero, que menos que encontrarle a este una utilidad más funcional para todos, y por supuesto encontrarle otra función a su vez en beneficio de los demás, y no tan sólo de unos pocos..., dar y compartir para que fluya en beneficio de todos y no en avaricia de unos pocos... Que no se me malinterprete, no tengo nada en contra de aquellos que lo tienen en abundancia, no, si esto es así es por que los que no lo tienen asumen que no lo pueden tener... No es malo tener dinero, lo que es nocivo es ser esclavo de él. Pero esto son otros asuntos...
Todo aquello que les hacemos a los demás, de pensamiento, palabra u obra, nos lo estamos haciendo a nosotros mismos. Por cada insulto, por cada mirada de desprecio, por cada palabra airada, por cada mentira u ocultación de la verdad, por cada acto de mirar hacia otro lado cuando vemos un maltrato (de persona o animal), en fin, por todo aquello que perjudica a otros, eso mismo nos está perjudicando a nosotros.
Si, y aquí introduzco a los científicos (y afines) que torturan a los animales en los laboratorios... ¿Lo verán alguna vez o seguirán justificándose diciendo que es para ayudar a la humanidad? Cada vez se les cierran más las puertas para este maltrato: a base de leyes. Pienso que es triste que no les salga del alma ver el sufrimiento que causan a estos seres indefensos ante su insensibilidad...
Tener un título no es garante de nada, y tampoco deja de serlo. Dependerá de cada ser humano, como en todo lo demás, ya que todo en la sociedad se mueve por aquello que sus individuos hacen en ella, además de lo expuesto en el texto. Cuántos años de retraso llevamos... y todo este tiempo dándonoslas de civilizados y de tantas otras cosas llenas de ego y vacías de espíritu...
Esto que estoy haciendo pienso que es para que el mundo se mueva, si, así que lo de hacerme inútil de momento...
Pero sigo en ello...
Puede que esto sea otro tipo de inutilidad... ya reflexionaré sobre ello, si...

Este texto está sacado del libro "Nuestras fuerzas ocultas, telepatía y clarividencia" Autor: Swami Panchadasi. Ediciones Kier. Hay más literatura al respecto, entre ellas las obras de Rupert Sheldarke en la editorial Kairós.

domingo, 14 de junio de 2009

Inútil

Ceiba, árbol sagrado.
Fotografía de autor desconocido para mi

Lao Tzu va atravesando el bosque, y el bosque está siendo talado. Miles de carpinteros están cortando los árboles. Entonces se acerca a un árbol grande, un árbol realmente grande, mil carretas de bueyes pueden descansar a su cobijo; además es muy verde y hermoso. El envía a sus discípulos a preguntar a los carpinteros por qué no se ha cortado ese árbol todavía. Les dicen: "No es utilizable. No se puede hacer nada con él. No se pueden hacer muebles, no se puede usar como combustible: produce mucho humo. No sirve; por eso no lo hemos cortado". Y Lau Tzu dice a sus discípulos: "Aprendan de este árbol. Vuélvanse tan inútiles como este árbol, entonces nadie los cortará"

En ello estoy...
Si ya sé, la imagen del árbol escogido no es precisamente inútil... Pero ¿importa?
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