haideé iglesias
En la mañana.
La ciudad aún está tranquila.
En esa tranquilidad, el respirar y observar se convierten en algo distinto, algo especial. Están penetrando entre las rendijas de los edificios los rayos rasantes del sol. Rayos sesgados iluminando las superficies, reviviéndolas de un modo asombroso y pleno.
Suave plenitud luminosa, en la mañana...
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