En el arte de la paz nunca atacamos. Un ataque es la demostración de que uno ha perdido el control. Nunca huyas de ningún tipo de desafío, pero no intentes suprimir ni controlar a un oponente de manera poco natural. Permite que los atacantes vengan en la dirección que quieran y luego fúndete con ellos. Nunca persigas a tus oponentes. Redirige todos los ataques con firmeza.
viernes, 11 de octubre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario