LOS CUATRO MODELOS DE COMPORTAMIENTO
No hay que confundir la asertividad con dos tipos de conducta diferentes: la agresividad y la manipulación; hay una gran diferencia entre ellas.
Comportamiento agresivo: muchas veces resulta difícil la convivencia con un ser agresivo. Decimos que tiene mal carácter, un humor inestable, siempre en tensión, se pone nervioso por cualquier cosa. Es intolerante, contradictorio, irónico. Seguro de sí mismo, nunca se cuestiona y siempre intenta imponer sus opiniones de modo imperativo. Unicamente le interesa su punto de vista, siempre concede prioridad a sus necesidades en detrimento de las necesidades de los demás y vive los intercambios como relaciones de fuerza. No escucha a nadie, no soporta la contradicción, frustra e irrita a sus interlocutores, a quienes no reconoce el derecho a la palabra, si no es para estar de acuerdo con él. A menudo recurre a la violencia o a la coacción para solucionar los problemas.
Comportamiento manipulador: igual que el agresivo, el manipulador tiende únicamente a satisfacer sus deseos personales y no muestra ninguna consideración hacia el interlocutor. A la inversa del agresivo, el manipulador es atento, educado (en apariencia) y disimula los sentimientos para explotar mejor al otro. Siembra confusión, desvirtúa las informaciones que ofrece, se sirve de la adulación, incluso de la mentira para alcanzar sus fines y conseguir que el otro ceda; cualquier intercambio adopta el aspecto de un timo. Para el manipulador,el otro es un objeto a su servicio, que maneja en función de los propios intereses.
Comportamiento asertivo: de un ser asertivo o afirmado se puede decir que se encuentra bien consigo mismo, que es equilibrado y que da una impresión de calma y bienestar interiores. Su humor es estable, no se enfurece con facilidad. Confía bastante en sí mismo, al tiempo que es consciente de sus límites y capaz de ponerse en duda. Está a la escucha de sí mismo y de su entorno. Aunque sabe defender y expresar claramente sus ideas y necesidades, también sabe respetar las de los demás. Si se enfrenta a problemas relacionales, siempre procura resolverlos mediante un diálogo auténtico y franco, tratando así de conciliar puntos de vista aparentemente diferentes y opuestos.
Y usted ¿quién es? Usted actua de acuerdo con el cuarto tipo de comportamiento que han puesto de manifiesto las teorías asertivas (habla de aquel que se siente inseguro):
Comportamiento pasivo: tiende a no reconocer ni reivindicar sus derechos, no exteriorizar las emociones, no expresar su opinión, ocultar los sentimientos. Esta actitud tiene por objetivo evitar los desacuerdos sin contradecir al interlocutor. Le da a entender que no es importante, que puede abusar de su confianza cuando le plazca y explotarlo. Parece decirle: "No te preocupes por mí, mis sentimientos son secundarios, mis ideas no tienen interés; soy inferior, tú eres mejor que yo; piensa, decide y actúa por mi". Al no respetarse, permite que los demás hagan lo mismo y le manipulen.
Un ejemplo le permitirá comprender mejor y diferenciar bien las cuatro actitudes:
Alain, jubilado, vive en un pequeño chalet en las afueras. Una bonita tarde de otoño está tomando el sol en la terraza. A los cinco minutos, le importuna un espeso humo negro. Procede del jardín de un vecino, que está quemando cartones.
Actitud agresiva: Alain se precipita a casa del vecino gritando, le insulta, le acusa de ser un pirómano, amenaza con denunciarlo al ayuntamiento, a la policía; rabioso, le tira las llaves a la cara.
Actitud manipuladora: Alain llama a la policía y al día siguiente se las apaña para encontrarse con el vecino y lanzarle una diatriba contra la gente intolerante... ¡Los otros vecinos!
Actitud asertiva: Alain va ver al vecino, le explica con calma que el humo le supone un problema y le pide ayuda para solucionarlo. Se ponen de acuerdo para apagar el fuego y Alain incluso propone echar una mano a su vecino.
Actitud pasiva: Alain no dice nada, entra en casa y cierra las ventanas.