haideé iglesias
Quien conoce su virilidad
y conserva su feminidad,
es como el arroyo del mundo.
Quien conoce su pureza,
y mantiene su debilidad,
será un modelo para le mundo.
Quien es un modelo para el mundo,
sigue el sendero del Tao,
no pierde la vida eterna
y retorna al infinito.
Quien conoce la gloria, pero se mantiene humilde,
es el Valle del mundo.
Vuelve a la simplicidad inicial,
y se hace eterno.
Cuando se pierde la simplicidad,
aparecen las personas "útiles",
que el sabio transforma en funcionarios.
El sabio necesita de pocas personas útiles.
La ausencia de sombra te libera, dándote a conocer la suavidad de la feminidad, fluyente como el agua...
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