viernes, 1 de junio de 2012

Zen y depresión. Un camino a través de la depresión



Pero ¿cual es, oh monjes, la noble verdad sobre el sendero que conduce a la extinción del sufrimiento? Es el Noble Óctuple Sendero que conduce a la extinción del sufrimiento, es decir: recta visión, recta decisión, recta palabra, recto obrar, recto modo de vida, recto esfuerzo, recta atención, recta concentración.
Buda

El sendero está siempre bajo tus pies.
Issan Dorsey

Cuando estamos deprimidos, podemos sentirnos a la deriva en el mundo, perdidos en nuestras propias vidas. En medio de este sufrimiento podemos agradecer cualquier sugerencia sobre cómo hallar nuestro camino. Si alguien pudiera trazar un sendero claro y convincente frente a nosotros, lo seguiríamos todo lo rápida y cuidadosamente que fuéramos capaces.
Pero por el contrario, no parece existir respuestas. Al igual que Hansel y Gretel descubrieron que se han comido las migas de pan que hemos ido dejando para marcar el camino, y que nos hemos perdido.
La dificultad de encontrar un camino surge porque la vida humana no funciona de forma programática, aunque a menudo nos gustaría que así fuese. No existe una respuesta, ni una serie de pasos que si se siguen, vayan a solucionar nuestros problemas para siempre.
Pero podemos hallar nuestro propio camino. No obstante, en lugar de un camino que nos saque de donde estamos, podemos hallar uno que nos devuelva a la vida. Podemos descubrir un sendero que en si mismo es una manera de ser en cada instante.
Cuando el Buda halló un camino a través del sufrimiento de la vida que conducía a un lugar de paz y gozo, encontró un camino que iba haciendo al recorrerlo. Este sendero, que él denominó el Óctuple Sendero, está disponible para cualquiera. Consta, y no resulta sorprendente que así sea, de ocho elementos:recta visión, recta decisión, recta palabra, recto obrar, recto modo de vida, recto esfuerzo, recta atención, recta concentración.
La palabra samma, que describe cada parte del sendero, suele ser traducida como "recto, correcto", pero el significado en sánscrito es "totalidad" o "integridad". Estas ocho prácticas pueden conducir a participar de manera más completa y plena de nuestra vida. Cada una expresa la plenitud, curación y armonía ya presentes en nuestra vida.
Los pasos de este sendero no son secuenciales, Más bien conforman un círculo en el que cada paso lleva a todos los demás, participa de ellos y los refuerza.
El Óctuple Sendero no conduce a ningún objetivo. En cambio es en sí mismo la encarnación del objetivo. Al iniciar la andadura del sendero, ya nos encontramos en la plenitud de la vida.
El Öctuple Sendero puede dividiese en tres partes: criterios o comprensión, meditación y actuación ética. Las prácticas del Óctuple Sendero no sólo se hallan disponibles en nuestra depresión, sino que están especialmente diseñadas para ese sufrimiento particular que experimentamos.
La depresión afecta a nuestra capacidad de pensar y crea peligrosas y dolorosas creencias. Al observar dichas creencias, y al hacerlo con la honradez necesaria para darnos cuenta de si nuestra experiencia las sustenta, podemos llegar a soltar muchas de ellas. Cuando alcanzamos una comprensión más plena de nosotros mismos y de nuestra vida, podemos descubrir un antídoto a nuestro sufrimiento.
La depresión también afecta a nuestra capacidad de actuación. Podemos actuar de maneras que resulten dolorosas para nosotros mismos y los demás. La depresión también puede hacer que nos resulte difícil llevar a cabo cualquier acción. En cualquier caso, podemos aprender cómo llevar a cabo actuaciones que resulten más armónicas y efectivas.
Finalmente, durante la depresión solemos sentirnos separados de nuestra vida. La depresión refuerza muchas de las barreras que dificultan una experiencia más plena de nuestras vidas. Cuando meditamos estamos inmersos en lo que en esencia es la práctica de estar totalmente presentes en la vida, una manera de intimar con más profundidad con todo lo que nos sale al paso, momento por momento.
Según el Öctuple Sendero puede parecernos, al principio, una tarea desalentadora. Aunque requiere esfuerzo, en realidad no se trata de un viaje difícil. Más que de sendero, se trata de una dirección.
Cuando seguimos ese sendero, elegimos empezar a movernos hacia la alegría, la compasión y el servicio a los demás, regresando del sufrimiento. Este cambio de dirección tiene lugar en nuestro interior, de manera que una vez que hemos empezado, cualquier dirección que tomemos se convierte en nuestro sendero.
Este sendero es una forma de vida. Se trata de una manera de actuar, de una manera de tratar con nosotros mismos y con los demás Cuando elegimos seguir esta senda, todo lo que nos sale al paso tiene la posibilidad de enseñarnos algo.
En este viaje no hay giros en falso. Cualquier camino que elija le proporcionará una oportunidad para practicar y descubrir.

Exploración complementaria

Regrese al lugar que imaginó que era su depresión. Si ya ha estado allí varias veces, lo conocerá bien. Puede que incluso se sienta cómodo al llegar. Ha descubierto que no se trata de un sitio aterrador y que ese lugar esconde muchas cosas valiosas.
Al regresar, visualice que en ese lugar hay que encontrar un sendero. Tal vez se trate de una pista cubierta por la maleza que atraviesa el oscuro bosque en el que se encuentra, o de una estrella a la que seguir que le guía fuera de una densa noche desértica, o de una cuerda de salvamento a la que puede agarrarse desde las profundidades del mar.
Observe de cerca este sendero, esta pista, hasta que la vea con claridad. comprenda que existe un camino para salir de ese lugar en el que se creyó perdido para siempre. ¿Está preparado para partir? ¿Está tal vez sorprendido de descubrir que le entristece la perspectiva de partir? ¿Está listo para iniciar el viaje? ¿Se siente liberado o aliviado al empezar a andar su camino?

Realizar la exploración sólo si te sientes cómodo haciéndola. Recomendación del propio autor.

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