sábado, 30 de agosto de 2008

Vivir del y en el pasado


Alimentar ilusiones que en su momento fueron nuestro sustento pueden hacer que nos perdamos aquello que vamos encontrando en el camino. Y encontrarnos con sorpresas desagradables al final de nuestra vida. Vivir aquí y ahora. Si en algún momento necesitamos recordar esos momentos vividos que nos sirvan para alzar el vuelo, no para quedarnos atascados en una ilusión.

viernes, 15 de agosto de 2008

Calidad y no cantidad



Atención, atención, atención,... estoy mirando hacia adentro... desapego... calidad, calidad, calidad,... compasión, compasión, compasión,... desapego... ética... honestidad... bondad, bondad, bondad,... escuchar, escuchar, escuchar... no ego, no ego, no ego... maya de nuevo... dar sin pedir nada a cambio... AMOR, de nuevo escuchar, escuchar, escuchar... desapego... deshacerse del mismo desapego... atención, atención, atención... duele mirar hacia adentro... honestidad... lecciones que se han de aprender... por y para un mundo mejor...

jueves, 14 de agosto de 2008

Nuestros sentidos nos engañan


Nos empeñamos en creer que existe una realidad. No hay tal cosa. Existen múltiples realidades e interpretaciones de aquello que nos va ocurriendo o de aquello que miramos. Así entonces ¿qué es la realidad?

martes, 12 de agosto de 2008

El timón

Yo que rompí velas,
yo que despellejé arenas,
me sentí perdida
al sentirme incierta.

Voto por salir a flote
en esa barahúnda de embustes,
tiro de la cuerda floja
para renovar valores.

Yo que silbé al viento,
yo que viví amores
tengo el cuerpo lleno de cicatrices
y el alma en plena dulzura.

Qué ya soy el árbol,
qué ya soy la estrella,
esa que mece tus sueños
y mis tristezas.

El timón del corazón lo dirige el universo.

domingo, 10 de agosto de 2008

Jazz, un momento de recreación


Bill Evans y Stan Getz, piano y saxo en perfecta armonía. La música de jazz que tanto me acompaña y enriquece, posiblemente no guste a todos, más ¡qué se le va a hacer!,el mundo es así de variopinto y por ello enriquecedor. A quien le guste podrá disfrutar de la música a la vez que de las imágenes; los que no, pues les quedaran sólo las imágenes, también merecen la pena.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Hoy quiero

Hoy es un día de estos que surgen preguntas, tales preguntas no tienen fácil respuesta. Miles de seres humanos juntos, viviendo en la rutina constante.
Salgo a la calle y miro. Y pinto un cuadro en abstracto. Hay piernas moviéndose, cuerpos ágiles, con danzantes caderas que se mecen al son de dulce caminar; piernas velludas que bellas o recias, caminan afirmándose a cada paso que dan.
Jóvenes ejecutivos con negro maletín, y recto traje humano. Anciano de cabellos blancos que por hacer tiempo echa sus manos atrás, como para practicar la paciencia de esperar en una ciudad.
Pareja apoyada en una barandilla bordeando el mar, con el cabello dorado pendulante al viento ella; él soñando, mirando al mar.
Matrona con enorme paraguas primaveral que protege de un sol sin agua, en el verano.
Todos juntos y separados, todos viviendo y sin saber por qué.
Cuadro abstracto pues, con vida, pero en silencio. El interior se expresa de miles maneras. Pero es un cuadro que depende del día; si estas bien, es rico en matices y verdades; si estas mal se rompe en miles de pedazos que te dejan en un vacío terrenal, pisando suelo pero que de tan real que es, rompe el encanto sugerente de aquel bienestar que sentías cualquier otro día.
Niños inquietos o raudos con sus bicis supersónicas -en su imaginación- y lo son, pues nada como la imaginación de un niño para crear realidad.
Y aquí está la pregunta: si un niño tiene tal privilegio -que nace con él- ¿lo pierde? Nunca, se puede decir. Por perder, nunca. Nuestro empeño en hacerles crecer rompe la magia de una poderosa mente, que construye realidades a su antojo. La felicidad de tales momentos permanece en nuestro interior, esa capacidad de convertir cualquier cosa en algo que manejamos a placer, para divertirnos. Y supongo que es nuestra envidia, al verles ser felices, cuando a nosotros se nos ha pedido ser dóciles ante lo que hay que vivir: trabajar, ganar dinero, pagar facturas, dinero, cuanto dinero, ¡si al niño no le hace falta! Y a nosotros tampoco. No vemos en el mundo: el mundo ve en nosotros. Ve en nosotros un producto de consumo, vacío de contenido.
Y así el cuadro se va descomponiendo hasta convertirse en la irrisoria sonrisa de lo que somos.
¡Ay! Nuestra alma, que es capaz de vivir con la mitad.
¡Hay tanta alegría dentro de nosotros y tantos recursos!
Me maravilla como entre tanta riqueza, se viva con la poderosa sensación de ser pobre, atareados hasta el agotamiento, sociedad construida en abstracto. ¡Quiero lo auténtico!
Estoy tomando conciencia de que al estar aquí escribiendo me surgen otras miles de preguntas pero, esta vez si tienen respuestas. Siento mi vida, siento que algo va a ocurrir y me dejo fluir.
Por ello, quiero lo auténtico:
Quiero la sonrisa en mis ojos, profundamente arropada por mi boca.
Quiero que el amor encienda en mi pecho su fuego enriquecedor.
Quiero el sosiego de caminar a la orilla del mar.
Quiero el olor de la lluvia en verano y mojarme hasta sentir que el agua resbala por mi cuerpo sin importar nada más.
Quiero besar regocijándome hasta el infinito en cada revuelta que doy.
Quiero sentir en la piel las caricias de una persona elegante de espíritu y pasión animal.
Quiero beber el agua del manantial de montaña sentada en la hierba olorosa, cuajada de flores que me inundan de su aroma embriagador.
Quiero tocar y sentir al que amo hasta tal punto que no me canse nunca de su piel de seda, o de su jugoso sudor en el día especial.
Quiero comer el plato inventado o el tradicional, horneados en hogar; tocar los alimentos y sentir que son nutritivos, jugando con su color y sabor para alcanzar el éxtasis de placer comiendolos.
Quiero que mis sensaciones se nutran de lo armonioso y que me dejen libre para saber que cada momento es único e irrepetible, y construir así cada día de nuevo, para que nunca se acabe esa dicha.
Quiero dejar un buen recuerdo en todos, el cual les haga sentir la dicha de rememorarlo.
Quiero la libertad que me concede la honestidad, la que me permite ser sin condiciones ni obligaciones, la que me da la intuición, por la que ya no es necesario hablar tal como lo entendemos aún algunos de nosotros, a día de hoy.
Quiero que por ello también se me entienda cuando digo lo que digo y pienso lo que pienso.
Quiero ser amada y comprendida en libertad.
Quiero la armonía de una pieza musical, esa que eleva mi espíritu a las más sublimes sensaciones emocionales, flotando, embriagada de su belleza sin parar
Quiero expresar todo mi potencial para beneficio de la humanidad, pudiendo conseguir que todo lo dicho desde el alma se conjugue también en lo vocacional-laboral, consiguiendo así la total plenitud de todo cuando he aprendido como prueba y lección de vida –esa que yo misma me he puesto para evolucionar, superable pues– y así el espíritu universal pueda fluir a través de mi honestidad y mi humildad –o del modo que sea necesario en cada momento– para construir, para crear. Crear si, desde el plano artístico –porque siento que todo es arte, sin compartimentos estancos–, este sería otro de mis yos expresándose a través de lo que hemos etiquetado como tal; así pues, comunicar toda la belleza que conlleva ese conocimiento, un conocimiento que pasó por el ardiente y doloroso fuego de un tremendamente duro y largo sufrimiento, saliendo purificada y liberada. Despertar, si. Por tanto:
¡¡¡Quiero vivir!!!

martes, 5 de agosto de 2008

Mantras

Mahayanabuddha

"...Los que posean algunos conocimientos de los métodos contemplativos yóguicos o los capaces de dotar a la forma del Compasivo del poder derivado de las asociaciones que evoca en sus mentes pueden utilizar el Mani en cualquier momento y sin necesidad de una preparación especial. Su recitación por parte de sus adeptos suele ir acompañada de una visualización de la forma de la deidad y de las distintas sílabas, cada una con su color característico: al mismo tiempo surge en la mente del fiel un profundo deseo de bienestar para todos los seres vivos y de sentir compasión hacia todos ellos, compasión no solo para los que nos resulten fáciles de amar, tales como nuestros amigos, los caballos, los elefantes y los perritos, sino también para criaturas anteriormente tan repulsivas como los insectos dañinos, los reptiles, los soldados, los bandidos, los espectros y los demonios. En un principio, todavía incapaz de amarlos, puede uno compadecerse al menos de sus duelos y quebrantos y alegrarse de sus gozos pasajeros, viéndolos como seres iguales a uno mismo e idénticamente condenados a vagar de una vida a otra hasta alcanzar la Iluminación o Nirvana. Los seres anteriormente objeto del desagrado, enemistad o aversión particular del practicante de yoga deben ser los primeros en beneficiarse del poder del Mani, y el adepto debe centrar en ellos todos los esfuerzos de su mente con el máximo amor de que sea capaz. Lleno de dolor por las penalidades que deben sufrir y deseoso de que se alcance un estado de felicidad universal, contemplará las amables facciones o rasgos del Bodhisattva, ahora radiantemente visibles a su ojo interior, y recitará una y otra vez; OM MANI PADME HUM, o si ha aprendido el mantra de un maestro tibetano, UM MANI PEME HUNG.
(La vocal U es parecida a la primera vocal de la palabra inglesa "woman"; la A se pronuncia como en "father"; PEME, contracción de PADME, suena más o menos como "pay-may", salvo que el sonido de la P se aproxima bastate al de B)
OM que simboliza el origen, la fuente Suprema, el Dharmakaya. el Absoluto, es una palabra poderasamente creadora considerada por muchos como la suma de todos los sonidos del universo, como la armonía de las esferas. quizá.
MANI PADME (joya en la flor de loto) significa el siguiente par de conceptos: la sabiduría esencial que yace en el corazón de la doctrina budista; la sabiduría esotérica del Vahrayana contenida en el seno de la filosofía exotérica Mahayana; la Mente que se encuentra en nuestras mentes; lo eterno en lo temporal; el Buda en nuestros corazones, el objetivo (la sabiduría suprema) y los medios para alcanzarlo (la compasión); y, se se me permite trazar una analogía, el Cristo Interior que se alberga en la mente del místico cristiano.
HUM es lo condicionado en lo no condicionado (y representa en relación al OM lo mismo que el Tê al Tao en la filosofía taoísta); equivale a la realidad ilimitada encarnada dentro de los limites del ser individual, por lo que une todos los seres y objetos separados al OM universal, es lo eterno o que no muere en lo efimero o perecedero y, además, una palabra enormemente potente que destruye todos los obstáculos nacidos del ego que se oponen a la comprensión.
Por supuesto, estas interpretaciones tienen un gran interés; pero es imprescindible resaltar una vez más que la reflexión sobre las formas simbólicas no desempeña papel alguno en las prácticas contemplativas. Las sílabas mántricas no pueden ejercer todo su efecto sobre los niveles más profundos de la consciencia del adepto cuando este se encuentra atrapado por los conceptos verbales. Hay que superar y llegar a abandonar el pensamientos reflexivo.
En cuanto al tema de cómo recitar el mantra no puede haber reglas estrictas, salvo las impuestas por el profesor o maestro de cada uno en caso de que decida hacerlo. La sílaba OM es por lo general enfática y más o menos prolongada, de forma que la M final debe vibrar. MANI PADME se recitará casi como una sola palabra. HUM se suerle prolongar o demorar. Cabe representar el ritmo así: __ _ _ _ _ __. El mantra puede pronunciarse de manera monocorde o haciendo que la sílaba OM suene más aguda que el resto; también con las cinco primeras sílabas bajas y en tono monotono y la HUM mucho más aguda que el resto, en cuyo caso el diagrama sería como sigue __ _ _ _ _ ---.
Cuando acaba la recitación, el devoto deja que la imagen del Bodhisattva se esfume de su mente de acuerdo con el método que se le haya enseñado para ello, luego reflexiona agradecido sobre los resultados obtenidos; tales como un aumento de su poder de generar compasión y repartirla imparcialmente, de comprender más intensa y profundamente lo que pasa en los corazones de los afligidos (o de algún ser o algunos seres en particular), o el alivio del dolor, la aflicción o la confusión mental en la mente de la persona hacia la que se encauzaba la aspiración del adepto. Antes de ponerse en pie, debe asegurarse de realizar el acto mental de consagrar los méritos o resultados beneficiosos de su práctica al bienestar de los demás, pues esa es la conclusión básica de todas las prácticas y rituales del yoga.
Un método muy popular de emplear el Mani consiste en generar compasión hacia todos los seres del universo encauzando la mente hacia cada uno de los seis estados de la existencia consecutivamente, mientras se repite el mantra muy lentamente 21 ó 108 veces; en respuesta a OM brillarán rayos blancos sobre el reino de los devas; a MA, rayos verdes sobre el reino de los asuras (titanes); a NI, rayos amarillos sobre el reino de los seres humanos; a PAD, rayos azules sobre el de los imales; a ME, rayos rojos sobre el de los pretas ("fieras bocas"); y HUM, rayos oscuros sobre los habitantes del infierno (creado por la mente). Se visualiza las sílabas como en un giro lento y continuo en el interior del corazón del Bodhisattva, enfocando cada una de ellas sus rayos en la dirección apropiada según pasa por delante. (Se puede hacer de manera sencilla con 3 (mínimo) veces y sin visualizar los colores, sólo centrandose en la reververación del sonido o el estado mental compasivo)
La natural predisposición de los fieles chinos a ver la compasión en forma femenina es compartida por muchos tibetanos, quienes la contemplan en la lamada Tara, una emanación del Avalokiteshvara. Según las distintas necesisades individuales, muestra a Tara como una figura maternal de gran belleza o como una adorable doncella. El método seguido para contemplarla es parecido al utilizado para contemplar a otros Yidams (formas de la deidad que mora en nosotros)
Un invocación a Tara para los que buscan protección contra alguna desgracia o calamidad es:
La Tara Verde UM TARE TUTARE TURE SOHA (pronunciado "om taré tutaré turé soaja")..."
"Libro de los Mantras" John Blofeld.
En este año, en el mes de septiembre, se cumplen los 18 años de algo que trastocó mi vida hasta extremos inimaginables, quizá por esto, y posiblemente por personas que sin saberlo (evidentemente) me recuerdan algunas de las cosas vividas en estos años, es por lo que me he desmoronado así. Yo ya no quiero seguir viviendo atada al pasado, más tamaña desproporción no se va así como así. Araño la vida aunque me cueste sangre, pero en ocasiones siento que es demasiado tiempo y sufrimiento, entonces surge y veo que aún sigue el entuerto, menos, pero sigue; se que tengo ayuda, y también estais todos vosotros que aparecisteis de la nada para conocernos y entendernos, a trancas y a barrancas en algunos casos en otros con una rápida fluidez. Es la vida y me alegro de poder vivirla, pero en ocasiones, como esta, aparece la noche oscura del alma y me vence todo lo anterior.
Pongo el extracto de este libro porque, aunque soy luchadora y analítica, he aprendido la compasión (hago exactamente lo contrario de lo que me hicieron a mi), y también porque cuantos más seamos a entender que en el mundo hace falta más Amor que guerra, mayor será la energía positiva que se pondrá en funcionamiento para movilizarla a favor de los desfavorecidos, y para crear compasión en la mente y corazón de los ofuscados, pudiendo así cambiarlo (somos ya muchos abogando por este empeño). Como siempre hablo desde mi verdad, no desde la verdad. Para eso está el libre albedrío.

Quizá este un poco alejada estos días, según fluya.
Gracias a todos.

lunes, 4 de agosto de 2008

Hechizo

Hoy sólo quiero morir
Y que el infierno del hechizo muera conmigo,
Liberándome entonces de este dolor
Prendido a mi existencia en cada uno de los recuerdos,
Que como átomos perduran en mi vida.

Somos tantos inocentes dentro de mí,
Que ya no se como deshacerme del maleficio,
Sino muriendo para dejárselo al infinito,
Cuya sabiduría siempre me ha socorrido.

domingo, 3 de agosto de 2008

El dios Odeim con sus servidores

Nóicarepusni
Nóiculoserri
Dadilibisopmi
Aicnetopmi
Duteiuqni
Erbmuditrecni
Dadilibatseni
Este dios con sus servidores, es muy conocido de todos.
Su religión
Nos lo inculcan desde bien pequeñitos, y
Como el que no quiere la cosa
Se le va traspasando como rica herencia,
De unos a otros, sin peleas.
Es curioso este bien tan preciado, que
Aunque hace daño, nadie lo desdeña y
Todos se lo reparten. Y no solo eso,
También se le imita, pues es muy contagioso.
Resulta peluche, aunque no de osito, sino de espino.
¿Quién lo diría? Afilado y tan querido. Y no sólo eso, no.
Hasta tiene los mejores amigos, nadie le quiere dejar, está siempre
En compañía, ¡qué fielmente se le cuida!
Este no es un dios cualquiera, y no es de un país extranjero,
No
Este habita aquí cerquita, tan cerquita que a veces
Ni se le conoce con su nombre.
Si
Tiene muchos apodos, tantos que ni me acuerdo,
¿Tú te acuerdas?
No lo creo, ya hablamos de ello y me dijiste que ni lo conocías,
¿Quién era ese?
A ver si me acuerdo de algunos:
Yasípero
Peroésque
Nópero
Esqué
Sisípero
Nomentiéndes
Esquetú
Túquesabras
Atitódoteparecefacil
Esaestúopinión
Y además
Con ese nombre tan raro.
Odeim
La verdad es que no se por qué, pero me suena
O d e i m
O d e i m
¿Será miedo?
M i e d o
¿Qué va?
Son imaginaciones tuyas,
Me dijeron.

viernes, 1 de agosto de 2008

El reflejo del océano

Desde tiempo inmemorial la ilusión, la mentira, la hipocresía y el orgullo se han congregado para configurar nuestro cuerpo. Por eso dicen las escrituras que nuestro cuerpo es un agregado de elementos carentes de identidad que aparece y se disgrega juntamente con aquéllos. La absorción del reflejo del océano consiste en interrumpir la sucesión interminable de los pensamientos y permitir que cada uno de ellos, se disuelva pacíficamente.

Maestro Mazu
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