Los físicos han descubierto que las partículas pueden ser simultáneamente ondas, ya que no son ondas físicas reales, como las del sonido o el agua, sino más bien fenómenos ondulatorios de probabilidad. Las ondas de probabilidad no representan las probabilidades de las cosas, sino más bien probabilidades de interconexión. En un concepto difícil de entender, pero, en esencia, lo que afirman los científicos es que no existe lo que llamamos “cosa”. Lo que solíamos llamar “cosas” son, en realidad, “sucesos” o procesos que podrían convertirse en sucesos.
Nuestro viejo mundo de objetos sólidos y leyes deterministas se ha disuelto ya en un mundo de pautas de interconexiones ondulantes. Conceptos tales como “partícula elemental”, “sustancia material” u “objeto aislado” han perdido su significado. El universo entero se nos presenta como una trama de pautas energéticas inseparables. Así, definimos el universo como un todo dinámico que incluye siempre de forma esencial al observador.
Desde luego, si el universo está compuesto por una trama semejante, no existe (lógicamente) eso que denominamos parte. Por tanto, no somos partes separadas de un todo. Somos un todo.
El doctor en física David Bohm afirma en su libro “La totalidad y el orden implicado” que las leyes físicas primarias no pueden ser descubiertas por una ciencia que intenta fragmentar el mundo en sus diversas partes. Bohm ha escrito acerca del un “orden plegado implícito” que existe en estado no manifiesto y que constituye la base sobre la que descansa toda realidad manifiesta. A esta última la denomina “el orden desplegado explícito”. “Se considera que las partes presentan una conexión inmediata, en la que sus relaciones dinámicas dependen irreductiblemente del estado de todo el sistema… Así somos conducidos a una nueva noción integridad no fragmentada que niega la idea clásica de la analizabilidad del mundo en partes existentes de forma separada.
El doctor Bohm afirma que el punto de vista holográfico del universo es el trampolín que facilita la comprensión de los órdenes pegado implícito y desplegado explicito. El concepto de holograma especifica que cada pieza es una representación exacta del todo y se puede utilizar para reconstruir el holograma completo.
En 1971. Dennos Gabor recibió un premio Nobel por la formación del primer holograma. Era una fotografía captada sin objetivo en la que se registró un campo de onda de luz dispersa por un objeto, en forma de pauta de interferencia sobre una placa. Cuando se sitúa el holograma o registro fotográfico en un haz de láser o de luz coherente la pauta de onda original se regenera para formar una imagen tridimensional. Cada pieza del holograma es una representación exacta del todo y reconstruirá la imagen completa.
El doctor Karl Pribram, afamado estudioso del cerebro humano, ha acumulado a lo largo de una década numerosas pruebas de que la estructura profunda del cerebro es esencialmente holográfica. Afirma que los estudios de muchos laboratorios, realizados mediante complejos análisis de frecuencias temporales y/o espaciales, demuestran que las estructuras cerebrales ven, oyen, gustan, huelen y tocan holográficamente. Seguidamente, la información es distribuida por todo el sistema de manera que cada fragmento puede reproducir el informe completo. El doctor Pribram emplea el modelo de holograma para describir no sólo el cerebro, sino también el universo. Afirma que el cerebro emplea un proceso holográfico que trasciende el tiempo y el espacio. Los parapsicólogos han investigado las energías susceptibles de generar telepatía, psicocinesis y curación. Desde el punto de vista de un universo holográfico, esto efectos surgen de frecuencias que trascienden el tiempo y el espacio, no tienen que ser transmitidas. Son potencialmente simultáneas y están en todas partes.
Cuando nos refiramos en este libro a los campos energéticos utilizaremos términos que pueden resultar arcaicos desde el punto de vista de los investigadores especializados. El fenómeno del aura se encuentra claramente dentro y fuera del tiempo lineal y del espacio tridimensional. […] Yo “vi” los sucesos de la pubertad de Ed cuando se rompió el cócixx, porque llevaba consigo esta experiencia en su campo energético. La “flecha” del amante se puede percibir en el campo energético actual, aunque el clarividente puede retrotraerse aparentemente en el tiempo y ser testigo del acontecimiento en el momento de producirse. […]
Al emplear el concepto de los campos para describir el aura nos encontraremos impregnados de dualismo, es decir, separaremos de nosotros y “lo” observaremos como un fenómeno que existe como “parte” nuestra. Utilizaremos términos como “mi campo” y “su aura”, etc. Ello obedece a pautas dualistas. Debo disculparme por ello y decir que, francamente, a estas alturas soy totalmente incapaz de impartir estás experiencias sin recurrir a los viejos moldes.
Desde el marco holográfico de la realidad, cada parte del aura no sólo representa el todo, sino que, además, lo contiene. Así, lo único que podemos describir es nuestra experiencia con en fenómeno que observamos y creamos a un tiempo. No somos una simple parte de dicha pauta; somos la pauta. Ella es nosotros y nosotros somos ella; sólo que ahora es preciso abandonar el término “ella” y sustituirlo por algún otro, más apropiado, para derribar el bloqueo que experimentamos en nuestro cerebro cuando tratamos de comunicarnos.
Los científicos han utilizado términos como “probabilidades de interconexión” o “trama dínámica de pautas inseparables”. Cuando empezamos a pensar en términos de trama dinámica, todos los fenómenos aurales descritos en este libro dejan de parecer particularmente inusuales o extraños.
Toda experiencia está inteconectada. Por tanto, si tomamos conciencia de ello y acogemos esa interconectividad en nuestros procesos cognitivos, podemos ser conscientes de todos los acontecimientos con independencia del tiempo. Pero tan pronto como decimos “nosotros”, hemos vuelto a caer en el dualismo. Es difícil experimentar esta interconectividad cuando nuestra experiencia más importante de la vida es dualista. La conciencia holística estará fuera del tiempo lineal y del espacio tridimensional y, por tanto, no será reconocida fácilmente. Hemos de practicar la experiencia holística para ser capaces de reconocerla.
La meditación es una forma de trascender los límites de la mente lineal y permite que la interconectividad se convierta en una realidad experiencial. Es muy difícil comunicar dicha realidad con palabras, ya que utilizamos éstas en forma lineal. Necesitamos desarrollar un vocabulario mediante el cual podamos conducirnos mutuamente a estas experiencias. En la meditación Zen japonesa, los maestros ofrecen una breve frase a sus discípulos para que se concentren en ella. La frase denominada koan, está concebida para ayudar a los estudiantes a trascender su pensamiento lineal. He aquí una de mis favoritas:
¿Cuál es el sonido de una mano que golpea?
Mi reacción ante esta conocida koan es encontrarme a mi misma extendiéndome hacia el interior del universo en una pauta de sonidos nunca oídos que parece fluir eternamente.
(Idem)
Nuestro viejo mundo de objetos sólidos y leyes deterministas se ha disuelto ya en un mundo de pautas de interconexiones ondulantes. Conceptos tales como “partícula elemental”, “sustancia material” u “objeto aislado” han perdido su significado. El universo entero se nos presenta como una trama de pautas energéticas inseparables. Así, definimos el universo como un todo dinámico que incluye siempre de forma esencial al observador.
Desde luego, si el universo está compuesto por una trama semejante, no existe (lógicamente) eso que denominamos parte. Por tanto, no somos partes separadas de un todo. Somos un todo.
El doctor en física David Bohm afirma en su libro “La totalidad y el orden implicado” que las leyes físicas primarias no pueden ser descubiertas por una ciencia que intenta fragmentar el mundo en sus diversas partes. Bohm ha escrito acerca del un “orden plegado implícito” que existe en estado no manifiesto y que constituye la base sobre la que descansa toda realidad manifiesta. A esta última la denomina “el orden desplegado explícito”. “Se considera que las partes presentan una conexión inmediata, en la que sus relaciones dinámicas dependen irreductiblemente del estado de todo el sistema… Así somos conducidos a una nueva noción integridad no fragmentada que niega la idea clásica de la analizabilidad del mundo en partes existentes de forma separada.
El doctor Bohm afirma que el punto de vista holográfico del universo es el trampolín que facilita la comprensión de los órdenes pegado implícito y desplegado explicito. El concepto de holograma especifica que cada pieza es una representación exacta del todo y se puede utilizar para reconstruir el holograma completo.
En 1971. Dennos Gabor recibió un premio Nobel por la formación del primer holograma. Era una fotografía captada sin objetivo en la que se registró un campo de onda de luz dispersa por un objeto, en forma de pauta de interferencia sobre una placa. Cuando se sitúa el holograma o registro fotográfico en un haz de láser o de luz coherente la pauta de onda original se regenera para formar una imagen tridimensional. Cada pieza del holograma es una representación exacta del todo y reconstruirá la imagen completa.
El doctor Karl Pribram, afamado estudioso del cerebro humano, ha acumulado a lo largo de una década numerosas pruebas de que la estructura profunda del cerebro es esencialmente holográfica. Afirma que los estudios de muchos laboratorios, realizados mediante complejos análisis de frecuencias temporales y/o espaciales, demuestran que las estructuras cerebrales ven, oyen, gustan, huelen y tocan holográficamente. Seguidamente, la información es distribuida por todo el sistema de manera que cada fragmento puede reproducir el informe completo. El doctor Pribram emplea el modelo de holograma para describir no sólo el cerebro, sino también el universo. Afirma que el cerebro emplea un proceso holográfico que trasciende el tiempo y el espacio. Los parapsicólogos han investigado las energías susceptibles de generar telepatía, psicocinesis y curación. Desde el punto de vista de un universo holográfico, esto efectos surgen de frecuencias que trascienden el tiempo y el espacio, no tienen que ser transmitidas. Son potencialmente simultáneas y están en todas partes.
Cuando nos refiramos en este libro a los campos energéticos utilizaremos términos que pueden resultar arcaicos desde el punto de vista de los investigadores especializados. El fenómeno del aura se encuentra claramente dentro y fuera del tiempo lineal y del espacio tridimensional. […] Yo “vi” los sucesos de la pubertad de Ed cuando se rompió el cócixx, porque llevaba consigo esta experiencia en su campo energético. La “flecha” del amante se puede percibir en el campo energético actual, aunque el clarividente puede retrotraerse aparentemente en el tiempo y ser testigo del acontecimiento en el momento de producirse. […]
Al emplear el concepto de los campos para describir el aura nos encontraremos impregnados de dualismo, es decir, separaremos de nosotros y “lo” observaremos como un fenómeno que existe como “parte” nuestra. Utilizaremos términos como “mi campo” y “su aura”, etc. Ello obedece a pautas dualistas. Debo disculparme por ello y decir que, francamente, a estas alturas soy totalmente incapaz de impartir estás experiencias sin recurrir a los viejos moldes.
Desde el marco holográfico de la realidad, cada parte del aura no sólo representa el todo, sino que, además, lo contiene. Así, lo único que podemos describir es nuestra experiencia con en fenómeno que observamos y creamos a un tiempo. No somos una simple parte de dicha pauta; somos la pauta. Ella es nosotros y nosotros somos ella; sólo que ahora es preciso abandonar el término “ella” y sustituirlo por algún otro, más apropiado, para derribar el bloqueo que experimentamos en nuestro cerebro cuando tratamos de comunicarnos.
Los científicos han utilizado términos como “probabilidades de interconexión” o “trama dínámica de pautas inseparables”. Cuando empezamos a pensar en términos de trama dinámica, todos los fenómenos aurales descritos en este libro dejan de parecer particularmente inusuales o extraños.
Toda experiencia está inteconectada. Por tanto, si tomamos conciencia de ello y acogemos esa interconectividad en nuestros procesos cognitivos, podemos ser conscientes de todos los acontecimientos con independencia del tiempo. Pero tan pronto como decimos “nosotros”, hemos vuelto a caer en el dualismo. Es difícil experimentar esta interconectividad cuando nuestra experiencia más importante de la vida es dualista. La conciencia holística estará fuera del tiempo lineal y del espacio tridimensional y, por tanto, no será reconocida fácilmente. Hemos de practicar la experiencia holística para ser capaces de reconocerla.
La meditación es una forma de trascender los límites de la mente lineal y permite que la interconectividad se convierta en una realidad experiencial. Es muy difícil comunicar dicha realidad con palabras, ya que utilizamos éstas en forma lineal. Necesitamos desarrollar un vocabulario mediante el cual podamos conducirnos mutuamente a estas experiencias. En la meditación Zen japonesa, los maestros ofrecen una breve frase a sus discípulos para que se concentren en ella. La frase denominada koan, está concebida para ayudar a los estudiantes a trascender su pensamiento lineal. He aquí una de mis favoritas:
¿Cuál es el sonido de una mano que golpea?
Mi reacción ante esta conocida koan es encontrarme a mi misma extendiéndome hacia el interior del universo en una pauta de sonidos nunca oídos que parece fluir eternamente.
(Idem)
Genial!! Gracias jiji, un beso fuerte. Muaaaa
ResponderEliminarTodas las experiencias interconectadas. Resonancia mórfica? Física cuántica?
ResponderEliminarbss
Apreciada Haidee:
ResponderEliminar¡Feliz 2009! Que casualidad, acabé de leer "El Universo holográfico" de Talbot hace un paer de días. Me fascina.
Un abrazo.
No quisiera romper el hechizo de esta entrada, pero creo que habría que ser muy cuidadosos -como siempre decía Bohm- con la literalización del holograma. Bohm lo usa en modo metafórico, sobre todo porque "el concepto de holograma especifica que cada pieza es una representación exacta del todo y se puede utilizar para reconstruir el holograma completo".
ResponderEliminar"Cada pieza" alude a partículas, estructuras, formas, etc. Es decir, no es infrecuente encontrar razonamientos del tipo: "en cada partícula contiene todo el universo". Y eso no es así, o no es así como Bohm lo entendía. Tal vez sería más adecuado decir que las partículas, como abstracciones que son, serían expresión (proyección) de la totalidad fluyente incognoscible. Sus conceptos de "inyección" y "proyección" ayudan a entenderlo.
«Cada momento es una proyección del todo, como hemos dicho. Pero ese momento se inyecta o introyecta de nuevo en el todo. El siguiente momento implicaría, en parte, una reproyección de esa inyección, y así indefinidamente [Nota del editor: como analogía simplificadora, considérense el océano y las olas: cada ola se forma o se «proyecta» a partir de todo el océano; esa ola penetra de nuevo en el océano, o vuelve a «inyectarse» en el todo, y a continuación se forma la siguiente ola. Cada ola está afectada por las olas anteriores ya que todas aparecen y desaparece, o son proyectadas e inyectadas, por todo el océano. Hay implicado algún tipo de «causalidad», pero la ola A no causa linealmente la ola B, sino que la ola A ejerce una influencia sobre la ola B porque es absorbida de nuevo en la totalidad del océano, que da lugar a la ola B. En términos de Bohm, la ola B es en parte la «reproyección» de la «inyección» de la ola A, y así sucesivamente. Por tanto, cada ola es similar a las olas anteriores, pero también diferente en ciertos aspectos, como el tamaño exacto, la forma, etc. Bohm sugiere que existe algún tipo de «causalidad», una causalidad mediada a través de la totalidad del océano implicado, y no solamente a través de olas explicadas, separadas y aisladas. Para acabar, esto significa que dicha «causalidad» sería no local, porque lo que sucede en cualquier parte del océano afecta a todas las otras partes.] Por tanto, cada momento contendrá una proyección de la reinyección de los momentos anteriores, lo que constituye una cierta forma de “memoria”; provocaría, pues, una replicación general de formas anteriores…»
Te leo...
ResponderEliminarme pierdo. Demasiado denso para mí.
Ramitas
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Hola preciosa, cuánto tiempo!
ResponderEliminarEstuve un poco fastidiada porque tuve un pequeño accidente de coche y con él una rotura de ligamentos. No pude dejar de trabajar porque en navidad es cuando más se vende, así que ya me ves todo el tiempo a la pata coja.. snif.
El blog lo tngo un pelín abandonado, pero que sepas que no me olvido de ti, eh?
Muchos muchos besos, te deseo lo mejor para el 2009.
Parece mentira las circunvalaciones que da la historia del pensamiento humano... En un momento se dijo que al principio fue el verbo, luego se desmintió por la ciencia y ahora esa nos dice que no solo al principio sino también al final. Todo fluye, todo es movimiento y además correlacionado con todo. Y aún nos queda mucho para saber a que juegan los átomos exactamente (y todo lo que no son átomos y que todavia no tiene ni nombre)...
ResponderEliminarY no deja de ser sorprendente los paralelismos entre física cuántica y el pensamiento budista, por ejemplo... Parece que de una manera u otra se intuye toda esa red interconectada que luchamos por descifrar y entender.
Saludos!
Hola, solo pasaba para saludar. Volví. Feliz año! me agradó ver tus comentarios. Besotes
ResponderEliminar¡Hola!noeli: gracias a ti bonita por leer y estar y por ser :)
ResponderEliminarSegimos en contacto.
Un cariñoso abrazo
¡Hola!bahhia: todos somos el todo... ahora bien, en cuanto a teoremas o hipótesis que puedan aclarar con certeza,de momento aproximaciones, unas más certeras que otras, pero sigo con el libro, al menos dos o tres entradas más para que la idea no sea muy oscura, aunque aún así lo puede ser para algunas personas. Ya sabes que al hablar de las flores de Bach, hablamos de vibraciones y pienso que esto puede acercarse un poco más a una explicación... voy a poner algo sobre como recoge la información el cuerpo mediante el agua que somos, en parte, una muy importante...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola!javier: ¡Feliz 2009!:)
ResponderEliminarBueno quizá por eso viniste hasta aquí, con lo que puede que no sea una casualidad.
Un abrazo
¡Hola!gregorio: no rompes ningún hechizo, se habla de ciencia, aunque no al modo dogmatico, así que cualquier idea, pensamiento,cuestionamiento, etc., que se aporte es bienvenida :)
ResponderEliminarHe ido, como te dije, a la respuesta que te había dado en otra entrada, Mirar con los ojos del alma II, y bueno, comprobé que no iba tan descaminada al hablar del ratio que separa un lado y otro... y me ha gustado esa analogía que hace el editor con las olas y el oceano ( hice una entrada con una frase Zen que expresaba eso mismo, me parece)y esa diferencia es la que da el que un lugar haya maremotos con olas gigantescas y en otro lugar el mar esté en calma, pero no dejan de ser parte del mismo océano... y eso somos todos, cada uno con su individualidad, pero necesariamente no deja de ser parte de los otros...¿si? Cuando hablo sobre esto siempre pienso en las flores de Bach y en que son vibraciones y como funcionan y como responde el organismo, y que no es necesario ingerirlas, van a actuar igualmente... y ellas mismas son vibraciones no hay nada quimico a parte del sustrato en el que son depositadas... Paraceslo ya habló del rocio y en como este estaba lleno del todo, más o menos, ahora no recuerdo las palabras exactas,pero tengo libros de él. Ya ves que esto ya hace mucho que se sabe, al igual que Jung accedió a la alquimia cuando quiso explicar el fenómeno sincronistico y el inconsciente colectivo, al igual que ahora lo hace Sheldrake, con la resonancia mórfica, pero él poniendo a todo el planeta, al menos... todo se expersa...todos nos expresamos y todos somos todo, hablar, uf, sentir, mejor...pero bueno, como siempre, me dejo guiar...
Buscaré lo de esa investigadora mexicana que te hablé.
Y gracias por participar, me encanta, si :)
Abrazos
¡Hola!algial: pero si tu tienes escrito algo sobre Bohm en uno de tus blogs... será que es un momento un poco intranquilo...
ResponderEliminarUn abrazo de ramitas y flores de acebo
¡Hola!carmen: ¿así que estuviste pachucha? no supuse eso, pensé que sólo estabas disfrutando del tiempo de fiestas, vaya, espero que ya estés mejor, si, de todo corazón,y te envió mucha energía positiva para que mejores mucho más si cabe :)así que a la patita coja, pobrecita :)
ResponderEliminarGracias por acordarte de mi, muchas gracias
¡Feliz Año Nuevo! Y que sea nuevo en todos los sentidos
Muchos abrazos y besos y bicos, si, muchos :))
¡Hola!kiko: bueno algún nombre que otro si tienen, pero muy raros eso si, jeje... si, no hay peor actitud que creerse en el poder absoluto de la verdad, cuando está forma parte de uno mismo...
ResponderEliminarParalelismo... bueno, es el momento en el que la sociedad está un poco más preparada para entender algunas cosas más que hasta ahora, será por esto que comienza a haber paralelismos entre el budismo y la física...
Me alegra verte por aquí, bienvenido también a este espacio... espero que aprendas a venir solo, si :)
Un cordial saludo
¡Hola!ego: gracias a ti por venir y ¡Feliz 2009 para ti también!
ResponderEliminarAbrazos
No recibo las respuestas de esta entrada, Haideé, y pensaba que es que no hubo más. ¿Has cambiado el formato?
ResponderEliminar¡Hola!gregorio:no he hecho nada, supongo que es cosa de blogger, iré de todos modos a preguntarte a tu espacio para saber si te ha llegado esta contestación...
ResponderEliminarAbrazos
Leo la contestación aquí, pero no recibo aviso en el correo.
ResponderEliminar¡Hola!gregorio: pues de momento parace ser cosa de blogger...
ResponderEliminarUn abrazo