lunes, 2 de mayo de 2011

Los manipuladores (XXIII) Conclusiones


Conclusiones


Hay personas que han tenido la suerte de nacer en un hogar donde el modelo predominante en los vínculos no tenía la característica propia de la relaciones manipuladoras. Esto es muy afortunado, pero, aún así, es muy poco probable que a lo largo de sus vidas no observen relaciones con dichas características. Es prácticamente imposible sustraerse a la relación con individuos que poseen características de personalidad manipuladora. En algún momento todos deberemos interactuar con alguno de ellos.

Como ya vimos, la vulnerabilidad de las personas tiene que ver con su propia historia. Los que sufrieron traumas a temprana edad, los que han sido criados bajo la influencia manipuladora de familiares directos, como , por ejemplo, el padre y la madre, seguramente tendrán mayor probabilidad de establecer vínculos con este tipo de personas.

Es muy posible que las víctimas potenciales de los manipuladores piensen, en, principio que rebelarse significa la automática pérdida del amor, dada que ése fue el modelo interiorizado en su infancia.

Sin embargo, no hay razón alguna que sirva para justificar un sometimiento de este tipo. En todo caso, y si se es consciente de ello, se tratará de una decisión personal respetable del sometido, aunque no siempre sea la más conveniente para él/ella.

Al "darse cuenta" del sometimiento a la influencia generalmente devastadora de un manipulador, se presentan dos claras opciones igualmente válidas:


1. Seguir adelante con la relación intentando mejorarla.

2. Dar por finalizada la relación.


En ambos casos será necesario determinar la relación coste-beneficio de una u otra decisión.

Suponiendo que antes de tomar la segunda de las dos opciones prefiera intentar mejorar la relación, no pierda de vista la toxicidad de este tipo de vínculos.

Hemos dedicado una parte de este libro a la explicación de la forma en que es posible preservarse de ellos. Un cambio de actitud es lo único que resguarda de no caer en las garras de otro manipulador. Sin embargo, desactivar el mecanismo de manipulación lleva bastante tiempo y será mejor no tener expectativas de resultados inmediatos para no incentivar la frustración.

¿Cuál es el limite que determina que la balanza se incline para una u otra de las opciones? En este aspecto no hay recetas "magistrales", cada individuo sabrá cuál es su punto de quiebre.

Desde ya, cualquiera que sea la decisión tomada, le deseamos ¡suerte!


Para los que hayan intentado sin éxito mejorar el vínculo con una persona manipuladora va la siguiente declaración:


Basta es "basta" y hay una sola manera de decirlo: ¡¡¡Diciendo basta!!!


"Basta" no se dice de manera indirecta, ni con gestos, ni con silencios.


"Basta" se dice sin dubitaciones, ni explicaciones, ni justificaciones. Se dice una sola vez y basta.


"Basta" no se dice bajando la cabeza ni llorando. Se dice con entonación firme, pero sin gritar; tampoco se dice utilizando un murmullo.


Es un "basta" para el otro, porque ya fue un "basta" para uno mismo y no puede dejar de ser "basta", aunque el otro se oponga.


"Basta" es "basta", aquí y en este momento.


"Basta" no se dice de rodillas, porque es un acto de dignidad. Es un "basta" que surge de la necesidad de libertar, de ser dueño de las propias decisiones.


"Basta" es el fin de un libro, sin más capítulos, porque ya se dijo todo lo que había que decir.


Decir "basta" no es olvidarse del pasado, es una corrección del presente pensando en el futuro, y sólo quien sabe decir "basta" puede decir "de ahora en adelante".


(Texto extraído del libro "Cómo hacer frente a los manipuladores". Autoras Gloria Hussmann y Graciela Chiale)

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