miércoles, 16 de octubre de 2013

A oídos necios...

Se cuenta que en el monasterio donde residía un monje, un hombre anciano pero de gran lucidez mental, había una buena cantidad de novicios, además de otros monjes. Todos, casi sin excepción, se dedicaban a recitar las escrituras, practicar meditación y efectuar ciertas ceremonias litúrgicas. Sin embargo, dos novicios rompían la regla. 
Estos dos monjes a menudo se ausentaban de estas actividades, e incluso se mofaban de sus compañeros. El abad era un hombre muy paciente y, aunque conocía perfectamente la actitud de sus discípulos, nada decía. Prefería dejar pasar el tiempo para ver si ellos mismos comprendían su equivocada actitud. Como era de prever, el tiempo pasó y nada cambió.
Entonces el abad hizo llamar a los dos jóvenes y les atendió en su propia celda. Sin intención de reprenderlos, les dijo:
–Aunque cdad persona debe responsabilizarse por sus actitudes, soy vuestro maestro y tengo que advertiros de que la indolencia se ha apoderado de vuestras vidas. Es evidente que estáis consumiendo vuestro tiempo sin siquiera acercaros a la iluminación. 
Los jóvenes se quedaron pensativos durante unos instantes. El monje estaba mostrándoles su compasión. Entonces dijeron: 
–Tú nos iluminaste al entrar en este monasterio, nos diste la iniciación. Estamos seguros de que podremos evolucionar sólo con ese poder que nos transmitiste.
Sin hacer ningún comentario sobre ese poder de la iniciación, el lama se limitó a dar a cada uno de los estudiantes un frasquito herméticamente cerrado que contenía sándalo. Les pidió que lo colocaran en sus celdas. Los discípulos siguieron las instrucciones.
Días más tarde, el abad se acercó a sus alumnos que, como ya era habitual en ellos, estaban perdiendo el tiempo. Les dijo:
–Me habéis decepcionado una vez más. 
Los jóvenes sin comprender del todo a qué se refería, le preguntaron:
–¿Por qué?
–Porque no oléis a sándalo.
–¿A qué sándalo?
–Si, a sándalo. Hace días os di un esenciero con sándalo y, sin embargo, vuestra piel y vuestras ropas no huelen a sándalo.
–Pero, ¿cómo vamos a oler a sándalo si hemos dejado los frasquitos cerrados en nuestras celdas?
–Además de holgazanes, sois unos necios. Os he obsequiado con un esenciero cerrado del mismo modo que os di la iniciación, pero en lugar de utilizarlo y desplegar su poder en vosotros mediante le meditación y las prácticas monásticas, os habéis abandonado a esa vida sin sentido. ¿De qué sirve que os haya obsequiado con el más puro sándalo si no lo habéis usado? So os hubiera dado la iniciación (iluminación), su llama se habría apagado con vuestra desidia. 

¿Estaré perdiendo el tiempo? 
No hay tiempo, una vez que has comprendido, no hay tiempo. Mas no es así para quien inconsciente de que la vida se le consume, no pone todo el empeño en desenmascarar la ilusión mental que le asfixia. Creyendo así en todo lo que por la corriente del pensamiento le pasa, y, que precisamente deja ese todo para asirse sólo a lo conocido, esa ilusión mental, insisto. Paradójico, ¿verdad?. De ahí que tome por verdad unos pensamientos que no pone jamás en cuestión, probando así si es cierto o no lo que luego utiliza para hablar, o escribir, que no para comunicarse, aunque esté convencido de que sí. Por esta razón la comunicación resulta deficiente, y comienza lo que llamamos problema de relación con los demás, (y que tan fácilmente proyectamos en los demás, por ejemplo, "contigo no hay quien hable" acusando, o, "yo no dije eso" defendiéndose) cuando sólo es falta de atención y consciencia de como usamos el lenguaje verbal, en contraposición al no verbal, este que forma parte, inevitable, del "todo" que menciono.  Pararse. Si. Pararse. Pararse para tomar contacto con  tu interior. ¿Te escuchas? Si no escuchas a los demás malamente te puedes escuchar a ti mismo. Ese afán por demostrar cuanto sabemos nos aboca a la desdicha porque no estamos conectados con nosotros mismos. Sólo hablamos de oídas. Si. ¿Cuántas veces nos repiten esto? Y ¿cuántas lo tomamos en cuenta? 
Mas, yo también percibo esa pérdida de tiempo. No en mi, sino en quienes así lo viven sin saber que lo están viviendo. Esa paradoja que se puso a viajar por la poca consciencia /mejor diría sabiduría) de quién partió, ha causado mucho desequilibrio cuando más necesario es el equilibrio y la armonía.

¿Estaré perdiendo el tiempo? 
Wu-wei... He abierto un libro y apareció este cuento... wu-wei...


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola! patricia: aunque este nombre es uno más de los que has ido usando... perdiendo el tiempo, si. Así que te gusta la reflexión :))) sigue el cinismo... ¿por qué lo digo? porque está mal redactado, y contiene faltas... no es de extrañar que te guste... haciendo que la frase: "pero me obsesiono en no usarlo en cosas que me hagan crecer" será de las pocas palabras que has dicho con algo de sinceridad. Claro que tampoco esto es del todo así... porque la obsesión es más bien la de quedar por encima de otros-as y a ver como haces para que lo que de mi surge es aprovechado por ti a espaldas de algunos demás. Ah, pero que poca satisfacción que encuentra uno en tales actos... ¿verdad? Pocos lo saben tan bien como tú, que niega que sepa pero está empantanado en la ciénaga de la confusión por no encontrar el valor de contar abiertamente ante el mundo cuales han sido sus actos, y siguen siendo, los cuales te envilecen cada vez más. en vez de romper atadura boba a un guirigay mental producido por falta de decisión. Sólo que no hay falta de decisión, sino falta de comprensión. La paradoja es que tienes la puerta abierta de par en par al mundo y tu estás encerrado en la estupidez, y muy raro es que con la telepatía andes así de cojo... literal y figuradamente. Y los que esto lean no sé que pensarán, no soy yo persona que le preocupe gran cosa las opiniones de mentes ajenas, comprensibles pero no siempre aceptables en cuanto al modo en que a día de hoy entiendo la vida. Precisamente esto que a tí tanto sufrimiento te está causando, el tener que enfrentar la opinión de los demás. Unos demás a los que te has esclavizado y que te han esclavizado.
    Pero... Amar Siempre Gana :))) Si.
    Y... el tiempo no se pierde, sólo se transforma, ya que no es tiempo medible en estas lides.
    El abrazo no llega, sigue aún bloqueada la energía que ha de alimentarlo. Así pues, escribir "un abrazo" no es lo mismo que darlo con todas las consecuencias... y tan largo y sentido que uno se desdibuje en esa acción... Ánimo -.-

    ResponderEliminar
  3. Ahora mucho mejor, si :)
    Y, gracias, cómo no :)

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails