miércoles, 9 de septiembre de 2009

"La autoestima es cósmica: la astronomía del yo"


Tom era el hermano violento de la familia, el matón de la escuela. Hijo de una madre apocad y pasiva, había adoptado el modelo de su acaudalado padre, siempre empeñado en controlar el mundo en la medida de lo posible.
Al menos, así se describiría luego. Como primogénito sufrió todo el peso de la disciplina paterna, modelo que a su vez procedió a aplicar a sus hermanos menores, quienes todavía recuerdan las perversas bromas y palizas de Tom, su prepotencia en los juegos infantiles y su crueldad con los caballos y los perros en la granja familiar de las afueras de Londres. Sus compañeros del colegio también le recuerdan como el más feroz verdugo de los pequeños durante las novatadas y como un alumno rebelde que sólo se doblegaba ante el director. Al igual que un príncipe heredero, sólo reconocía el poder del rey. Era capaz de ser encantador, obediente, adulador y hasta servil en presencia de su padre o del director, pero lejos de ellos su comportamiento era pendenciero, prepotente, dominante y a menudo cruel.
Cuando concluyó sus estudios de astronomía (materia que escogió porque le permitiría superar en la distancia abarcada, si no en los juegos conseguidos, la terrestre profesión de geólogo que había permitido ganar una fortuna a su padre en el campo de la minería). Tom ya se había convertido en una de esas personas temidas, aduladas o rehuidas por los demás, pero a quienes casi nadie dice jamás la verdad.
También había empezado a perder el control que era su objetivo. Empezaba a ser víctima de las circunstancias, y de su propio carácter. En su profesión, su fama de persona engreída y poco solidaria le había hecho perder varios trabajos. También había perdido parte de su herencia porque nadie tuvo el valor de decirle cuán poco segura esa determinada inversión. Y, como a muchos narcisistas, sólo le atraían las mujeres inalcanzables; las cortejaba con celoso afán y perdía todo interés en cuanto empezaban a prestarle atención.
Por primera vez en su vida sintió que estaba perdiendo el control y se hundió en una depresión. "Tocar fondo" es una experiencia crucial para muchas personas, y Tom tuvo su primer contacto con esta dolorosa pero necesaria forma de aprendizaje. Dada su incapacidad para sincerarse con las mujeres por un motivo, y con los hombres por otro -puesto que su padre habría ridiculizado cualquier intento de pedir ayuda, lo cual descartaba la posibilidad de recurrir a una terapia-, decidió emprender un solitario periplo alrededor del mundo.
En dos momentos del largo viaje contempló la idea del suicidio. Por pura pasividad y a falta de otra alternativa, empezó a colaborar en un proyecto de astronomía en Australia, donde disponían de un famoso y potente telescopio del cual podría alardear en sus cartas.
Al principio, contemplar el firmamento sólo aumentaba su sentimiento de desamparo. Hasta entonces sólo se había asomado a los telescopios con una meta, con un propósito competitivo, pero todo eso parecía haber perdido importancia. Sumido en la depresión, renunció a su afán de control. ¿Quién era capaz de controlar la inmensidad del universo o de hacer algo más que observarla? Por fin, había abandonado cualquier esfuerzo por ocultar su debilidad, dominar o demostrar públicamente su valía. Incluso dejó de preocuparle el valor profesional de su trabajo. Olvidado de sí mismo, se dedicó exclusivamente a observar. Durante semanas y luego meses, Un año entero.
Un viejo profesor, advirtiendo la soledad y depresión de Tom, le dio un consejo que, pese a todos los conocimientos acumulados, fue una revelación para él. "Nunca te equivocarás", le dijo el profesor, tal como luego les repetiría Tom a sus propios alumnos, "si tienes presentes dos cosas. En primer lugar, llevas todo el potencial del universo dentro de ti. En segundo lugar, también lo encontrarás en el interior de cada uno de los demás seres humanos". Por fin estaba abierto a ese mensaje. Los largos meses de contemplación de las estrellas habían sido una preparación para ese momento.
Ya han transcurrido casi veinte años desde entonces. Ahora Tom es profesor y también un silencioso pionero de los esfuerzos para humanizar la ciencia, del intento de estudiar cada campo desde la perspectiva de la interconexión e interdependencia disciplinar. Es una modesta y mal remunerada vocación que no habría satisfecho sus anteriores ínfulas de grandeza, pero para Tom y sus alumnos abre las puertas a una esperanza para el futuro.
Aunque sigue soltero, Tom ahora comprende y a veces logra superar su convencimiento, denigrante para sí mismo, de que cualquier mujer que le aprecie no puede valer la pena. Para disgusto de su padre y asombro de sus hermanos, a menudo se ofrece a cuidar a sus sobrinos más pequeños. Come penitencia por su pasada crueldad con los animales, contribuye económicamente a las actividades de un grupo inglés dedicado a repatriar animales del zoológico, que son trasladados a una finca de las afueras de Londres para su posterior reinserción en su medio natural. De hecho, procura evitar todo gesto de prepotencia frente a cualquier otro ser vivo. Sabe que en cada uno está contenido el universo.
Tom espera ser capaz de decirle algún día a su padre -que ya está jubilado y ha sufrido un infarto y varias crisis depresivas- cuánto le hicieron sufrir en su infancia unos modelos de control imposibles y cuánto siguen afectándole todavía a él. Pero aunque ha dejado de inclinarse ante los reyes, su progenitor continúa inspirándole más temor que cariño, y esta conversación aún es sólo un propósito.
Por otro lado Tom le ha perdonado a su madre la pasividad que le impidió protegerle. Y ha pedido perdón a sus hermanos menores por el sufrimiento y el miedo que les hizo sentir en su infancia.
No sé si son numerosas las personas que llegan a valorar a todos los seres vivos, y por tanto también a sí mismos, a través de las valoración de la naturaleza y del universo, pero Tom sin duda se cuenta entre ellas.
Alan Watts, otro filósofo de la ciencia, nos ha ayudado a contemplarnos y a contemplar a los demás bajo este prisma maravilloso. "¿Cómo podría no creerse equiparable a un dios", se preguntaba, "un ser dotado de dos piedras preciosas tan sensibles como son los ojos, dos instrumentos musicales tan maravillosos como son los oídos y un arabesco de nervios tan fabuloso como el del cerebro?".

(Historia recogida en el libro de Gloria Steinem "Revolución desde dentro")

14 comentarios:

  1. Un gran relato de como a veces bajar a los infiernos, cuando pensamos que solo merecemos el cielo, es conveniente para ver la vida de otra manera mucho más acertada.

    La foto, como buen aficionado a las estrellas, me encanta. Las Pléyades, un cúmulo abierto fácilmente visible a simple vista.

    Un abrazo.

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  2. Tal vez esa persona logró darse cuenta de su mala actitud, pero te confieso que me cuesta perdonar a gente así.
    Es mi problema, no tengo duda.
    Saludos

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  3. ___________________________________________
    … con la mirada en el pensamiento…

    El recorrido de Tom es un camino ejemplar pero desconfío del hecho de que pueda ser una camino generalizable.
    Y no obtante, con un poco de reflexión, todos debiéramos estar el él.

    ... ramitas de acebo desde CR & LMA
    ___________________________________________

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  4. A veces las catársis y las crisis son necesarias. Si las personas son lo suficientemente inteligentes siempre sacarán provecho de ellas. Oí el otro dia a Alex Rovira que en china y japón el ideograma "crisis" , significa también "oportunidad". En todo caso el descenso a los infiernos puede ser doloroso pero siempre es una oportunidad de crecimiento

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  5. Me encantan tus Entradas pues tienen mucho que ver con el saber del Asesoramiento Filosófico.

    Perdón por visitarte poco, pero hoy puedo porque no está mi bebé...

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  6. Reveladora la historia que cuentas. Que el camino por recorrer nos dé un respiro para mirar hacia atrás con lucidez sobre nosotros y los demás.
    Un abrazo

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  7. Que post!!!! Increible historia, pero si!!! puede ser creible!!!
    BESOS ENORMES!!!!!!

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  8. ¡Hola! juan carlos: me alegra verte por aquí :)
    Este hombre fue afortunado, ya que pudo verlo. No todos llegan a ello, la autora lo dice también. Ya ves que al final esa arrogancia nacía de la ignorancia y la falta de apoyo y afecto...
    Me alegra que me hayas dicho cuales son, la elegí al azar, así que no sabía su nombre.
    Gracias.
    Un abrazo

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  9. ¡Hola! gamar: más que tu problema es que no entiendes el porqué, lo explica: una madre que le abandono, y un padre que a su vez, posiblemente, le hayan inculcado lo mismo, con otras circunstancias. Cierto que hay muchos dictadores que han hecho mucho daño, pero pienso que también podemos ver el otro lado. Complejo, lo sé. Cuando te causan dolor o los que quieres, la mente se siente muy confusa...
    Recuerda que uno proyecta sobre los demás aquello que no quiere ver de si mismo. No necesariamente ha de ser igual al que rechaza, pero en algunas circunstancias de su vida en la relación con los demás, también es igual de arrogante.
    En tus manos queda encontrarlo.
    Un abrazo y gracias :)

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  10. ¡Hola! algial: mejor mirar dentro de uno... como seres vivos somos únicos, pero socialmente los errores se transmiten permanentemente En esto si puede ser una generalidad, no en cuanto a ser humano único en si mismo.

    Un abrazo lleno de florecitas de acebo :)

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  11. ¡Hola! josé: todos somos inteligentes, tan sólo nos falta descubrirlo. Y si, es muy doloroso, es por esto que en la sociedad que nos ha tocado vivir ahora se han inventado los remedios rápidos, para evitarnos toda molestia. Craso error, por eso, porque las crisis son oportunidades, pero las vemos como dificultades a eludir.
    Un abrazo y gracias :)

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  12. ¡Hola! césar: será porque yo aprendí preguntándome ¿por qué? que se aleja de la ciencia y se acerca a la filosofía :) y esto se refleja en lo que comparto...
    Por favor, siéntete libre... Me gusta sentir como hablas de tu bebé :)

    Un abrazo :)

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  13. ¡Hola! virgi: qué tus palabras no caigan en saco roto, principalmente para ti, y para todos, por supuesto.

    Un abrazo y gracias :)

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  14. ¡Hola! serhumana: hay tantas... eso si, sólo las ves cuando te toca vivirlas o sabes por otros de ellas...
    Un fuerte abrazo y muchos besos!!!!

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