miércoles, 25 de febrero de 2015

Cojita y libre

haideé iglesias

Es libre. Nosotros la vemos limitada. Ella responde a las circunstancias. 

Nos damos demasiada importancia. Por esto no logramos entender casi (y estoy siendo generosa usando la palabra "casi") nada de la vida. Y es una afirmación muy categórica. Lo sé. Mas, esto es un hecho en el que está la mayoría. Con lo que se sigue sin escuchar profundamente. Sin anteponer lo que uno cree saber a lo que está sucediendo en cada momento. Nos han dicho, o insinuado, que tenemos que mostrar cuan valiosos somos, de un modo u otro, y, entonces, nos atiborramos de información para soltarla a la menor oportunidad. Y charlamos. Vaya que si se charla. Pero... todo es esfuerzo perdido en quitarse unos a otros la palabra. Ninguna comunicación. Tan sólo, hablar, hablar, hablar... y decir que se ha entendido cuando no es así. No se sabe lo que es entender, porque no se sabe que no se siente. Sentir. Si. Para mi ésta el la gran diferencia entre charlar y comunicarse. Pero... he recibido todo tipo de ataques por hacer ver que están sordos e insensibles, vamos, muertos. Cadáveres andantes que dicen algunos budistas. Constatado. ¿Y cómo pueden ser agresivos quienes están muertos? Bueno... ¿quizá porque eso les hace parecer que están vivos? Pero no sólo esto, claro. Y vuelvo a la necesidad de creerse importante... La gaviota. Es de ella esta entrada. Así que no continúo. 

Cojita y libre. 

Atención. Atención. Atención. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails