Nos empujan

haideé iglesias

Mirada perdida.
Tan ocupados, ¿podemos mirar para ver?

Nos empujan al ruido.
Nos empujan al desorden, pidiéndonos ser obedientes, ordenados.
Nos empujan cuando nos mienten y nos piden que no mintamos.
Nos empujan cuando no somos escuchados, con lo que así aprendemos a no escuchar, a no escucharnos, a no escucharles.
Nos empujan al desengaño por estar ellos mismos desengañados.
Nos empujan a hablar sin pensar, porque no nos dejaron expresarnos, con lo que las emociones se convierten en letargo almacenado de la furia y tristeza camufladas.
Nos empujan, pues, a demostrar que somos válidos, cuando sólo aparentamos saber lo que no entendemos, ni escuchamos, atareados en demostrar que somos válidos.
Nos empujan al dolor que luego damos.
Nos empujan, constantemente nos empujan, con lo que, empujamos...

Agradecida -.-