viernes, 23 de octubre de 2009

La Sonrisa Interior (H))




C. Sonría a la columna vertebral. Línea posterior.
1. Vuelva a prestar atención a los ojos.
2. Sonría hacia dentro con los ojos; deposite la energía de la sonrisa en el tercer ojo (entrecejo). Con la visión interior, dirija su sonrisa 3 ó 4 pulgadas hacia el interior de la glándula pituitaria, y siéntala florecer. Dirija la sonrisa con los ojos hacia el ventrículo (tercer espacio, espacio de la energía del sistema nervioso, muy ampliado) . Note cómo el espacio se expande y se desarrolla con una luz dorada, brillante, y resplandece en todo su cerebro. Sonríale al tálamo, en el que se genera la autenticidad y la potencia de la sonrisa. Sonríale a la glándula pineal y sienta cómo esta pequeña glándula se hincha poco a poco y crece como una bombilla. Mueva la visión interior de su sonrisa como si fuera una luz brillante y resplandeciente hasta el lado izquierdo del cerebro. Muévala después de un lado a otro del hemisferio izquierdo y pásela al derecho y al cerebelo. Esto equilibrará los dos hemisferios y fortalecerá los nervios.
3. Mueva la visión interior de la sonrisa hacia el cerebro medio. Sienta cómo se expande y se suaviza; descienda al puente de Varadio, a la oblongada (ver ilustraciones) y a la médula espinal, que comienza en la vértebra cervical, en al base del cráneo. Mueva entonces la visión interior de la sonrisa, transportando esa energía afectuosa por dentro de cada vértebra y de cada uno de los discos que hay bajo las vértebras. Vaya contando vértebra por vértebra y disco por disco a la vez que les sonríe; siete vértebras cervicales (cuello), doce torácicas (pecho), cinco lumbares (parte inferior de la espalda), el hueso triangular llamado sacro y el coxis (rabadilla). Sienta cómo la médula espinal y la espalda van quedando sueltas y relajadas. Note cómo se suavizan los discos. Sienta cómo la columna vertebral se expande y se alarga, haciéndose así usted más alto.
4. Vuelva los ojos y sonría rápidamente a toda la línea posterior. Su cuerpo entero se sentirá relajado. El ejercicio de línea posterior aumenta la fluidez de la sustancia espinal y calma al sistema nervioso. La sonrisa dirigida a los discos evita que se endurezcan, que se deformen, y que no puedan aportar debidamente la fuerza y el peso del cuerpo. El dolor de espalda puede
prevenirse o aliviarse con la sonrisa interior dirigida a la espina dorsal.

2 comentarios:

  1. Hola! :), Muchas Gracias por compartir tus conocimientos
    Un abrazo desde el otro lado del charco

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  2. ¡Hola! kandy: gracias a ti por compartir también tu presencia :) Espero que te sean útiles.
    Un cariñoso abrazo desde este lado :)

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