Ser asertivo, afirmarse, significa comunicarse con mayor soltura, adquirir un dominio más completo de las relaciones sociales, limitar la carga de las presiones externas, ganar una nueva libertad en los intercambios, sentirse responsable, experimentar una satisfacción personal, encontrar o recuperar la confianza en uno mismo. Hay que aprender a que surja expontáneamente, como si fuera una segunda naturaleza. Y ¿cómo hacerlo? Antes de examinar las técnicas asertivas, he aquí algunos consejos para sus primeros pasos:
-Siempre es preferible emplear el "yo" antes que el tú o el "usted", a menudo acusatorios y cercanos a la manipulación.
-Si le ofrecen pastel y está a régimen, no arme una bronca contra la gente que no entiende nada y se zampa cualquier cosa. Simplemente, conteste que quiere adelgazar y ha dejado de comer dulces por el momento.
-Sea claro: elimine las expresiones ambiguas, las alusiones molestas, los silencios embarazosos. La mejor manera de hacerse entender consiste en decir de modo sencillo y claro lo que desea, lo que no quiere. Si su marido le propone ir al cine a ver una película de ciencia ficción y no le cautiva mucho la idea, dígale: "Sinceramente prefiero una policíaca".
-Implíquese, subraye la importancia que tienen para usted determinados hechos. Que no le de vergüenza sentir y expresar emociones "negativas", como irritación, descontento, decepción o pena, si las formula en su nombre y sin animadversión. Es preferible decir a su hijo que está molesto por sus resultados escolares en lugar del "No sirves para nada", una fórmula que le minusvalora.
A este respecto, es importante captar bien la diferencia entre un comportamiento afirmado y un comportamiento agresivo, en particular cuando uno está defendiendo sus derechos o formulando objeciones. El asertivo nunca ocupa la posición de acusador, aunque esté expresando insatisfacción o contrariedad. Respeta al interlocutor. El agresivo siempre se muestra crítico, mordaz, incluso amenazador. Se burla del interlocutor, se lo toma a broma y le humilla. Decir a un amigo que no ha acudido a una cita: " Estoy enfadado, pensaba que vendrías o que , por lo menos, me avisarías" no le sitúa en posición de acusado, no le rechaza igual que haría un : "Eres un cobarde y un rajado".
-Sepa emplear el "Le entiendo, pero...", que defiende su punto de vista, al tiempo que toma en consideración el del interlocutor. Lleva un buen rato en la cola del carnicero. Alguien se cuela. Dígale con calma y firmeza: "Entiendo que tenga prisa, pero yo también la tengo, trate de esperar como los demás".
-Si lo que tiene que anunciar le resulta difícil de expresar, emplee una fórmula introductoria del tipo: "Lo que tengo que decirle no resulta fácil..." o "Le voy a sorprender, pero...", y prosiga con el impulso adquirido. Frases tan sencillas son entradas en materia que le evitan parecer demasiado brusco y contribuyen a hacerle sentir más a gusto. Asimismo, los demás estarán sobre aviso de que tiene algo importante que decir.
-Retroceda ante una petición que suponga un trastorno; tómese su tiempo para contestar; así tendrá la posibilidad de reflexionar y, si quiere negarse, podrá encontrar los argumentos. Cuando su mejor amigo quiere que le preste el coche, contéstele que le causa molestia y que debe pensárselo. Dígale que le vuelva a llamar dentro de unos días.
-No se sienta obligado a justificar siempre sus decisiones y sus actos. Corre el peligro de perderse en explicaciones confusas y se expone a negociaciones interminables. En determinados casos, cuanta menos información ofrezca, menos píe dará al otro. Si no le apetece pasar las vacaciones en casa de su anciano tío, declare: "Lo siento, en este momento no puedo desplazarme. Tengo mis motivos, pero no puedo hablar de ellos".
-Si es posible, dé por terminado el intercambio de modo adecuado, lo que deja una buena impresión. Si pide un aumento de sueldo al jefe, finalice diciendo: "Estoy contento de que me haya escuchado; espero que piense en mí". Este mensaje positivo constituye una apertura y deja una puerta abierta a los dos participantes.
(Idem, tercera parte. Preferí hacerla en un todo, por ello la extensión)
-Siempre es preferible emplear el "yo" antes que el tú o el "usted", a menudo acusatorios y cercanos a la manipulación.
-Si le ofrecen pastel y está a régimen, no arme una bronca contra la gente que no entiende nada y se zampa cualquier cosa. Simplemente, conteste que quiere adelgazar y ha dejado de comer dulces por el momento.
-Sea claro: elimine las expresiones ambiguas, las alusiones molestas, los silencios embarazosos. La mejor manera de hacerse entender consiste en decir de modo sencillo y claro lo que desea, lo que no quiere. Si su marido le propone ir al cine a ver una película de ciencia ficción y no le cautiva mucho la idea, dígale: "Sinceramente prefiero una policíaca".
-Implíquese, subraye la importancia que tienen para usted determinados hechos. Que no le de vergüenza sentir y expresar emociones "negativas", como irritación, descontento, decepción o pena, si las formula en su nombre y sin animadversión. Es preferible decir a su hijo que está molesto por sus resultados escolares en lugar del "No sirves para nada", una fórmula que le minusvalora.
A este respecto, es importante captar bien la diferencia entre un comportamiento afirmado y un comportamiento agresivo, en particular cuando uno está defendiendo sus derechos o formulando objeciones. El asertivo nunca ocupa la posición de acusador, aunque esté expresando insatisfacción o contrariedad. Respeta al interlocutor. El agresivo siempre se muestra crítico, mordaz, incluso amenazador. Se burla del interlocutor, se lo toma a broma y le humilla. Decir a un amigo que no ha acudido a una cita: " Estoy enfadado, pensaba que vendrías o que , por lo menos, me avisarías" no le sitúa en posición de acusado, no le rechaza igual que haría un : "Eres un cobarde y un rajado".
-Sepa emplear el "Le entiendo, pero...", que defiende su punto de vista, al tiempo que toma en consideración el del interlocutor. Lleva un buen rato en la cola del carnicero. Alguien se cuela. Dígale con calma y firmeza: "Entiendo que tenga prisa, pero yo también la tengo, trate de esperar como los demás".
-Si lo que tiene que anunciar le resulta difícil de expresar, emplee una fórmula introductoria del tipo: "Lo que tengo que decirle no resulta fácil..." o "Le voy a sorprender, pero...", y prosiga con el impulso adquirido. Frases tan sencillas son entradas en materia que le evitan parecer demasiado brusco y contribuyen a hacerle sentir más a gusto. Asimismo, los demás estarán sobre aviso de que tiene algo importante que decir.
-Retroceda ante una petición que suponga un trastorno; tómese su tiempo para contestar; así tendrá la posibilidad de reflexionar y, si quiere negarse, podrá encontrar los argumentos. Cuando su mejor amigo quiere que le preste el coche, contéstele que le causa molestia y que debe pensárselo. Dígale que le vuelva a llamar dentro de unos días.
-No se sienta obligado a justificar siempre sus decisiones y sus actos. Corre el peligro de perderse en explicaciones confusas y se expone a negociaciones interminables. En determinados casos, cuanta menos información ofrezca, menos píe dará al otro. Si no le apetece pasar las vacaciones en casa de su anciano tío, declare: "Lo siento, en este momento no puedo desplazarme. Tengo mis motivos, pero no puedo hablar de ellos".
-Si es posible, dé por terminado el intercambio de modo adecuado, lo que deja una buena impresión. Si pide un aumento de sueldo al jefe, finalice diciendo: "Estoy contento de que me haya escuchado; espero que piense en mí". Este mensaje positivo constituye una apertura y deja una puerta abierta a los dos participantes.
Te conteste en la entrada anterior y poner aqui algo seria repetirme. Muy buenas tus entradas.
ResponderEliminarUn abrazo
Impresionantes las tres entradas.
ResponderEliminarEl ejemplo de la segunda es FANTÁSTICO.
Me apunto el libro.
Un abrazo!
Este tema también me parece muy interesante, y con muy buenos ejemplos.
ResponderEliminarNo actúo de acuerdo con el comportamiento asertivo, pero llevare a cabo todos los consejos para lograr dar ese paso al cambio
Saludos y un abrazo
A veces es una "arte" que tenemos dentro y no vemos pero nunca es tar.saludos
ResponderEliminar… con la mirada en el pensamiento…
ResponderEliminarUn gran trabajo. Todos podemos encontar pautas para incrementar nuestra autoestima y/o corregir aspectos negativos en nuestras conductas.
... ramitas de acebo
CR & LMA
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Buenisimo Haidee,¡¡cuanto tarde y me costo aprender algunas de estas cosas!!!
ResponderEliminarA veces, por ejemplo, cuando decimos No, pensamos que "TENEMOS" Y "DEBEMOS" explicar con detalles el porqué, para que el otro lo evalue y nos lo acepte o no!!!!! ERROR!!!!!!! jajajajaja. Nuestro no, siempre tiene que ser aceptado y el que no lo haga, debera no hacerlo con respeto, porque nosotros lo dijimos con respeto.
Lo cierto es que para alguien pasivo, todo esto suena a veces encontra, para alguien victima de un violento, dará vuelta estos buenos consejos para seguir "apañando" la situacion violenta dle otro y seguir sometiendose, creyendo que asi esta pensando en el otro, no acusando, etc. Dificil de entender, muy. Pero se puede!!!!!
Un abrazo enorme!!!!!!!
Osho fue pederastra, aficionado al engaño, manipulador, etcétera (y todo está demostrado) . Osho y su pensamiento, en otro orden, no es más que la somera estupidez del borrego que acrecentaba masas (en esta época, claro, veo que aún hay gentes de ignorancia tal, que escenifican una espiritualidad irrisoria y mal entendida). Y, creeme, sé de lo que hablo. Soy profesor, desde hace años, de Taijiquan, además de haber asistido a la casa madre de este hombre en los Estados Unidos (y si te cuento l que allá se ve, siente, etcétera, me vas a llamar lo que no soy). EL OCCIDENTAL SIEMPRE HA PECADO DE QUERER ENTENDER LO QUE NO PUEDE: QUE ES LA SU NO - RELIGIÓN. Analfabetos. Como Jorge Bucay, estas personas (osho) son las que más daño hacen a la espiritualidad bien entendida, con sus falacias y caminitos mierderos. La espiritualidad eres tú, no un dogma. Y Osho, como Krisnamurti, etcétera, no es más que dogma y más dogma. Borreguismo, que se llama.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la serie Haideé. Muchas gracias por compartirla con todos nosotros.
ResponderEliminarUna entrada muy interesante y útil para enfrentarnos a la sociedad con unas mínimas garantias de éxito. Tu blog es muy interesante!!! Me gusta leerlo y aprender de los consejos.
ResponderEliminarTodo esto está muy bien, las palabras son hermosas pero son sólo eso, palabras. Las palabras pueden estar vacías de contenido, vacías de intención, de acompañamiento sincero de cambios...resulta triste y decepcionante descubrir lo que se esconde detrás de las palabras. Hay que predicar más con el ejemplo, con los gestos y los detalles, las palabras son sólo eso, palabras (y se las lleva el viento aunque sean muy hermosas). El gesto, aún insignificante, permanece.
ResponderEliminar¡Hola! maría: gracias :)
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola! bahhia: gracias, te gustará :)
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola! kandy: siempre es una primera vez, eso nos da más aliciente. Me encantará ver que lo consigues, ánimo :)) mis mejores deseos y a trabajar...
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo
¡Hola! toni: siempre está dentro, efectivamente, tan sólo hay que deshacerse del miedo, ese gran carcelero.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola! algial: todos aquellos que seamos capaces de ser sinceros con nosotros mismos, si. Básicamente por ignorancia se permanece en los comportamientos poco equilibrados, no es la primera vez que me encuentro con personas así, porfían y porfían, bueno, entonces es mejor callar, que el otro haga con su vida aquello que considere oportuno. Si están en el mundo por algo están.
ResponderEliminarMás abrazos con florecitas de acebo
¡Hola! serhumana: claro que se puede, siempre que se quiera, pero insisto, antes ha de comprenderse que se está en esos comportamientos y el miedo puede ser más grande impidiendo la toma de conciencia. Pero nunca es imposible, tan sólo difícil.
ResponderEliminarY efectivamente el no ha de ser aceptado siempre, pero si no es así, mejor aprender a ser asertivo :)))
Un abrazo, grande !!!
¡Hola! rochester: vaya, vaya, así pues¿ tienes la egemonía de la verdadera espiritualidad en tus manos? Si estoy de acuerdo que la epiritualidad está dentro de uno, el sabio interior, por supuesto, pero cuando uno no ha aprendido que criticar a los otros no es espiritualidad sino mera superchería, está en cayendo en lo mismo que critica. En cuanto a Osho, hace mucho tiempo que he leído y oído muchas cosas, pero si fuera como dices, ya se le hubiera detenido en su momento y su casa cerrada, ¿no te parece? En cuanto a Krishnamurti al igual que otros muchos es un referente para contrastar. Aquel que lo tome como dogma, efectivamente tiene un problema. pero también forma parte del Todo, ¿No te han enseñado esto en tu disciplina? Espero que si, para así poder transmitirlo a los que sean tus alumnos, porque sino aprenderan a odiar no a respetar y vivir en la espiritualidad, tal como yo la concibo. Cada uno puede concebirla tal como entienda que debe hacerlo.
ResponderEliminarUn cordial saludo
¡Hola! yansidara: me alegra que te haya gustado :))
ResponderEliminarUn abrazo y ¡cuánto tiempo! :))
¡Hola!josep: mejor no enfrentarnos sino comprender... gracias a ti por estar y ser :))
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola! víctor: si tu asumes que son palabras, palabras serán. Para aquellos que ya lo saben todo, nada podrán aprender. El gesto está incluido dentro de las palabras, ya que es imposible no comunicar, si yo doy miseria, aunque no la exprese verbalmente pero si lo pienso, ya estoy comunicando... pero bueno, me parece que tú ya lo sabes todo al respecto... Vivir en el pasado es lo mismo que no vivir, así lo entiendo yo, pero como siempre es mi opinión, no necesariamente compartida por todos.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por dar tu opinión :)