Dos hombres se presentaron ante el juez de la localidad.
-Señoría -dijo el primero-. vengo a demandar a este individuo porque ha vendido toda la leña que ha cortado y no quiere darme mi parte.
-Si él ha cortado la leña, ¿qué es lo que tú has hecho? -interrogó el magistrado.
-Yo lo he estimulado dándole gritos de aliento y ánimo constantemente, eso ha provocado que cortara más leña de la habitual y que le pagaran una cantidad superior a la que normalmente recibe.
El juez se quedó pensando unos instantes.
-Lo que reclama este hombre es justo -sentenció-. Leñador, dame la bolsa con el dinero que has recibido y entregaremos la parte que le corresponde a este hombre.
El juez cogió la bolsa del compungido leñador y la agitó ante la cara del hombre hasta que sonaron las monedas dentro.
-Este es el pago: ya tienes el sonido del dinero.
Está bueno, es lo justo. Este relato nos recuerda al famoso rey Salomón, dice la Biblia que fue el hombre más sabio y justo que vivió en esta tierra.
ResponderEliminarTe dejamos saludos, nuestros sinceros deseos de que tengas un excelente 2010 y un hasta siempre.
Al débil la justicia le atiende con diferente nivel que al fuerte.
ResponderEliminarLa contundencia de la ley ante: Quien sin encontrar trabajo toma naranjas de un huerto para mantener a su familia. Es diferente frente al político prevaricador enriquecido por su actuación.
En este procedimiento tuvo suerte el leñador. Tú lo narras por inédito, porque percibes que es algo “especial”
Haideé, no entendido nada de tu última intervención en mi blog. Por favor, si tienes algo que decirme, hazlo abiertamente. Si quieres puedes hacerlo por la direccion personal que tengo en el blog: masalladelapalabra@hotmail.com. Me has dejado algo inquieto (si lo ves conveniente borras este mensaje. Lo siento, no he encontrado una diracción tuya a la que poder dirigirme) Andrés
ResponderEliminar• con la mirada en tu mundo...
ResponderEliminarBuena lección para algunos jueces actuales.
Por supuesto, para aquellos que tienen su visión particular de lo justamente ganado.
• ramitas de acebo
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•CR & LMA•
¡Hola! clara y pepe: si, cierto. La sabiduría está en todos nosotros, dejémosla brotar, y aparecerá el sentido de lo que es justo.
ResponderEliminarGracias por los saludos y los deseos, y también por la visita.
¡Feliz 2010!
Bienvenidos por si alguna vez deseáis regresar.
Un cordial saludo
¡Hola!: Florian: la justicia por si misma no atiende a nadie, son los hombres la que la aplican según entienden en ese momento. El sentido de lo justo, ya he señalado esto más de una vez, no es lo mismo que aplicar justicia. Esta se basa en leyes escritas, lo demás forma parte del patrimonio de una persona para saber encontrar el modo de ser equitativo y ecuánime. Los políticos, algunos, están protegidos por la ley en muchas de sus actuaciones. Pero el mismo criterio puede serles aplicado a ellos, queda de su mano encontrar en si mismos el modo de ser personas honestas.
ResponderEliminarNo, no lo considero especial, sino lo que es normal, lo que no lo es, es lo contrario, lo que mencionas. Mi visión del mundo se ha transformado hace mucho, por esto si está en mi mano, y así me esfuerzo por conseguirlo, no juzgo a nadie. En este relato , que no es de mi autoria, se habla de ser justo, no se juzga, sino que se entiende y por ello se aplica lo que conviene. No es que haya tenido suerte, tan sólo, el leñador, sino también el hombre que reclamaba su parte. Ha sido el modo de recibir una lección que le hiciera comprender, y ver, su propio error. Nadie le acusó, ni le menospreció, tan sólo se actuó con sentido equitativo. insisto.
Gracias de nuevo por tu visita :)
Un abrazo
¡Hola! andrés: no es necesario borrar nada. Siento que te hayas sentido confuso, ya que dices no haber entendido nada de mi intervención en tu blog. Ya he ido y lo he aclarado.
ResponderEliminarEsta bien, nada que decir.
Un abrazo y bienvenido a este espacio, si es que alguna vez te apetece volver para leer algo de lo que aquí se publica.
¡Hola! algial: bueno, todos tenemos que aprender lecciones, ¿no te parece?
ResponderEliminarTodos vivimos en las interpretaciones, lo importante es darse cuenta de si son las acertadas o no...
Un abrazo lleno de florecitas de acebo :)
Al igual que al animador del leñador tendría que pasarle a mucha gente por pasarse de listillos y aprovecharse de los débiles.
ResponderEliminarMari Cruz
¡Hola! mari cruz: mejor no juzgar, recuerda que lo que juzgamos puede estar en nosotros y no gustarnos que nos juzgaran. Para ser ecuánime se requiere de mucha paciencia, sabiduría y comprensión, por eso mejor no juzgar y si comprender... somos responsables de nosotros mismos y si sabemos de nuestra inocencia todo se predispondrá para que se solucione aquello que ocurra. Mas la vida es un proceso de aprendizaje constante, esto es lo que la hace relevante, al menos para mi así es :) Somos mucho más fuertes de lo que pensamos y sólo lo constatamos en las dificultades.
ResponderEliminarUn abrazo