Creada originalmente por Haideé Iglesias
Nota: esta imagen es tan sólo un instante en la vida de esta persona, no su continuidad de vida.
Un discípulo apesadumbrado y tras muchos años de búsqueda de la dicha y la paz, acudió a su maestro y le dijo:
-Maestro querido, los años van discurriendo como las aguas de los ríos. Ya no soy joven, los años han comenzado a pesarme y me doy cuenta de que no logro encontrar la felicidad. Algo está fallando en mí. Siento tristeza, amargura, a veces un poco de contento o satisfacción, pero la dicha suele ser el preludio de la desdicha.
El maestro asintió con la cabeza, sin perder su beatifica sonrisa.
-Así es la vida, es así. Quiero que prepares un tazón de leche dulce y se la des a probar a un enfermo grave. Después vuelve a mi lado y me cuentas lo que ha sucedido.
Así lo hizo el discípulo. Buscó a un enfermo muy grave y le dio a probar la leche dulce. El enfermo, sin embargo, al probar la leche, hizo una mueca de desgana y asco, diciendo con voz entrecortada:
-¡Qué amargo está esto!
El discípulo volvió junto a su maestro y le contó lo sucedido.
-¿Lo ves, querido discípulo? Cuando se está enfermo, hasta lo más dulce sabe amargo. Cuando la mente no ha hallado el perfecto equilibrio y la ecuanimidad, se extravía en placeres y pesadumbres, pero no encuentra ninguna dulzura en lo que experimenta, como ese hombre enfermo sólo sentía sabor amargo en la bebida dulce que tú le ofreciste.
La felicidad no es una experiencia, sino un estado. No está fuera, sino dentro de nosotros.
La felicidad, cuantas veces no la vemos, pero la sentimos, la cosa mas minúscula a veces nos hace un poco felices. No hay que buscar grande cosas para ser feliz, creo yo.
ResponderEliminarUn abrazo
Bello texto, muchas veces nos enfrascamos buscandola en muchos lugares, y no nos percatamos que esta está dentro de nosotros, en nuestra esencia, porque nos dejamos llevar por la ilusión,o no vemos mas allá de los problemas, no vemos que son parte necesaria en nosotros y que fuimos nosotros mismos los que lo pusimos en nuestro camino para evolucionar, es parte del despertar.
ResponderEliminarComo le dice el maestro a su dicipulo en tu texto, "cuando se está enfermo,hasta lo mas dulce sabe amargo", la enfermedad es parte de la ilusión para mi, la ilusión genera amargura, pero es un reto mas para aprender, para encontrarnos con nuestro ser donde todo es perfección y amor, y teniendo el resultado que tenga este problema, ese resultado es necesario para el crecimiento.
Escribes muy hermoso y con mucha profundidad en tus palabras, como te dije en tu actualización anterior, es genial encontrarse con personas que van por el mismo camino, muchas gracias por compartir! y si tienes tiempo, pasa por mi blog, lo actualizé hace poco :D
Y tampoco la felicidad es una meta, son las pequeñas cosas de cada día, que a veces pasan desapercibidas, pero si analizamos un día cualquiera de nuestra vida encontraremos infinidad de cosas por las que ser felices. Simplemente por el hecho de "ser" ya es suficiente.
ResponderEliminarUn abrazo. Mari Cruz
¡Hola! josefina: la felicidad es la capacidad de estar alegre pase lo que pase :)
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola! alberto: cierto, la mente engaña, maya, si :) Si uno considera su vida como una continua lección, seguro que aprenderá a ver más allá de lo aparente. Ciertamente, necesario para el crecimiento.
ResponderEliminarEl cuento no es de mi autoría, tan sólo los comparto, puesto que son sabiduría universal. Puedo añadir algún comentario por mi parte o no...
Un cariñoso abrazo. Y gracias por avisarme :)
¡Hola! mary curz: el estado de serenidad es posible. Encontrar la naturaleza de la mente te hará comprender esto. Mientras tanto vivamos, tan sólo eso :) Seamos :)
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo :)
Muy bonito cuento ,y es cierto, la felicidad es un estado de animo y nosotr@s podemos decidir como queremos sentirnos , o de que color ver el día
ResponderEliminarcomo dice el poema " ¿Cómo va a ser tu día hoy? " :
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Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
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un abrazo desde el otro lado del charco :)
¡Hola! kandy: hoy me alegro por saber que nos hemos encontrado :)
ResponderEliminarUn cálido abrazo desde este otro lado :)