Creada originalmente por haideé iglesias
Y sus manos unidas
anidan en la corteza.
Corteza que nunca
recibió, esa afilada hoja
que no busca el amor
sino la posesión.
Ingenuos pensamientos
confundidos por el dolor.
Desposados en su entrega
las palabras no se enredan
por fin
en el tumulto de un corazón.
Dejarlos unidos,
sin dolor,
sin temor.
Pulsando el viento
en la herida que nunca se abrió.
El espíritu es libre
como la luz
en ese verde y dorado
armazón.
Y sus manos unidas
todo amor,
me regalan su visión.
Captando la esencia, el alma, algo que solo vislumbro de cuando en cuando. Me ofusco, me ofusco y enredo muchas veces.
ResponderEliminarBesotes
¡Hola! amaya: suéltate... :) el miedo es el más duro carcelero. Preguntarse porque está para que el alma pueda abrir las puertas...
ResponderEliminarUn abrazo, y muchas gracias por sentir conmigo lo que comparto :)))
Yo no sé cómo explicar a un Dios concreto, siento que su presencia es el amor universal, esa sensación que no tiene palabras de explicación. Ese amor es lo que siento entre los árboles, cuando me dejo rodear por ellos, inmensos, generosos,protectores,latiendo, cuyas ramas emiten señales y se abrazan cuando sienten miedo.
ResponderEliminarSU POEMA me generó este impacto, a veces no sé cuánta importancia tienen las palabras, o si vale la pena su análisis técnico. A mí me vale esto que siento.
LA Felicito hace mucho que un texto no me atacaba así.
http://enfugayremolino.blogspot.com