haideé iglesias
Agua que fluye imperturbable ante mis ojos. Sonidos que recorren el paisaje emocional que me alimenta. Vida en constante movimiento. Fuerza imparable de la corriente que fluye por mi venas, en rojo terciopelo, satinado y denso, como la cantarina corriente que salta en cada tropiezo. Así late el corazón, cantarinamente... pom, pom... pom, pom... pom, pom... y sigo viviendo...
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