Fábula del místico árabe Sa'di:
Un hombre que paseaba por el bosque vio un
zorro que había perdido sus patas, por
lo que el hombre se preguntaba cómo podría
sobrevivir. Entonces vio llegar a un tigre
que llevaba una presa en su boca. El tigre
ya se había hartado y dejó el resto
de la carne para el zorro.
Al día siguiente Dios volvió a alimentar
al zorro por medio del mismo tigre. El
comenzó a maravillarse de la inmensa
bondad de Dios y se dijo a si mismo:
"Voy también yo a quedarme en un rincón,
confiando plenamente en el Señor, y éste
me dará cuanto necesito".
Así lo hico durante muchos días; pero no
sucedía nada y el pobre hombre estaba casi
a las puertas de la muerte cuando oyó una
Voz que le decía: "¡Oh tú, que te hallas
en la senda del error, abre tus ojos a la
Verdad!. Sigue el ejemplo del tigre y deja
ya de imitar al pobre zorro mutilado".
Por la calle ví a una niña aterida y tiritando de frío dentro de su ligero vestidito y con pocas perspectivas de conseguir una comida decente. Me encolericé y le dije a Dios: "¿Por qué permites estas cosas?. ¿Por qué no haces nada para solucionarlo?".
Durante un rato, Dios guardó silencio. Pero aquella noche, de improviso, me respondió: "Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti".
Anthony de Mello
Bonita fábula!!! Seguimos aprendiendo cosas contigo!
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