haideé iglesias
El dominio del grupo sobre el individuo lleva a convicciones colectivas y a acciones colectivas que no resisten una observación concreta y que al mismo tiempo la impiden y la deniegan. Aquí se pone de manifiesto el grado de exigencia que se le reclama al individuo para liberarse de las garras de la conciencia de grupo y sus mandatos. Debe superar el temor a las sanciones con las que le amenazan y que aplican todos aquellos que permanecen en las convicciones y mandatos de su grupo. Sólo más allá de ese temor puede exponerse a la realidad tal como se muestra y más allá de la conciencia puede adquirir aquellas comprensiones que lo liberan de la ceguera y las imposiciones de la conciencia aunque quizás sólo parcialmente.
Bert Hellinger
Ir contra corriente le hace a uno más vulnerable y más vivaz. La presión puede ser descomunal, mas, la presión interior es aún más fuerte cuando uno se traiciona a si mismo dejándose arrastrar por miedo, miedo que no es más que un invento mental alimentado por nosotros mismos, una y otra vez.
Como he comprobado más de una vez, esos miedos pueden ser tan ficticios como lo quiera experimentar aquella persona, también niños, que necesite encontrar algo parecido a un apoyo emocional por parte de quienes le imponen otros miedos o carencias afectivas de no reconocimiento si no haces lo que el grupo quiere (familia, amigos, compañeros de trabajo, ... comentaristas, ahora en internet...)
Digo que ir contra corriente le vuelve a uno más vivaz. Si, porque se despierta esa inteligencia natural que está tan ofuscada por las creencias. Así que: ¡ánimo! :) El miedo no sólo sirve al grupo, también nos ayuda a liberarnos del mismo miedo...
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