[…] La alta autoestima busca el desafío y el estímulo de los objetivos difíciles y que merecen la pena. Alcanzar dichos objetivos nutre la buena autoestima. La baja autoestima busca la seguridad de lo conocido y lo fácil. Confinarse a lo conocido y lo fácil sirve para debilitar la autoestima.
[…] Cuánto más alta sea nuestra autoestima, mayor será el deseo de expresarnos, reflejando nuestra riqueza interior. Cuanto más baja sea nuestra autoestima, más urgente será la necesidad de "probarnos " a nosotros mismos o de olvidarnos de nuestras necesidades viviendo de manera mecánica e inconsciente.
Cuando más alta sea nuestra autoestima, nuestras comunicaciones tendrán la posibilidad de ser más abiertas, sinceras y adecuadas, porque creeremos que nuestros pensamientos son valiosos y por lo tanto, aceptamos la claridad en lugar de temerla. Cuanto más baja sea nuestra autoestima, nuestras necesidades tenderán a ser más turbias, evasivas e inadecuadas debido a la desconfianza en nuestros propios pensamientos y sentimientos, así como a la ansiedad ante la respuestas de nuestros interlocutores.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, tendremos más disposición a establecer relaciones positivas, en lugar de tóxicas. […] Los hombres y mujeres que confían en ellos mismos se sienten atraídos unos por otros de una forma natural. A la inversa, las mujeres y los hombres inseguros también se sienten atraídos y establecen relaciones destructivas. Curiosa variación de mujer a hombre en relaciones positivas y destructivas... Vaya, vaya...
Si usted desea establecer una relación feliz con un hombre, no hay ningún factor más importante que la autoestima: la suya y la de usted. No existe una barrera mayor para el éxito romántico que el sentimiento profundo de que no se es digno de amor. La primera aventura amorosa que debemos consumar con éxito en esta vida es con nosotros mismos. Sólo entonces estaremos preparados para una relación. Sólo entonces seremos completamente capaces de amar, y sólo entonces estaremos preparados para dejar paso al amor, para aceptar que otra persona nos ame. Sin esa confianza, el amor de otra persona nunca nos parecerá lo bastante real ni convincente, y en nuestra ansiedad buscaremos maneras de socavarlo.
Cuando una mujer tiene un buen nivel de autoestima, tiende a tratar bien a los demás y a exigir que la traten bien a ella. Tiene claras las limitaciones y cuándo es aceptable o no la conducta del hombre elegido. No acepta los malos tratos simplemente por estar enamorada. Identifica el amor con la alegría, no con el sufrimiento. Se siente merecedora de amor, al igual que se siente merecedora de éxito en su profesión.
Las mujeres que luchan por construir un autoconcepto más positivo suelen preguntar: "¿Quieren los hombres que las mujeres tengamos autoestima?". Yo les respondo: "Los hombres que tienen un nivel aceptable de autoestima lo valoran en las mujeres: no desean tener a una niña asustada por compañera. ¿Querría una mujer con buena autoestima a un hombre inseguro al que le asustara la mutua confianza?".
Deseo insistir en que la autoesmima es una experiencia íntima: reside en el centro de nuestro ser. Es lo que pienso y lo que siento sobre mí mismo,no lo que piensa y siente alguna otra persona acerca de mí. Mi familia, mi pareja y mis amigos pueden amarme, y aún así puede que yo no me ame. Mis compañeros de trabajo pueden admirarme y aún así yo me veo como alguien insignificante. Puedo proyectar una imagen de seguridad y aplomo que engañe a todo el mundo y aún así temblar por mis sentimientos de insuficiencia. Puedo satisfacer las expectativas de otros y aún así fracasar en mi propia vida. Puedo ganar todos los honores y aún así sentir que no he conseguido nada. Millones de personas pueden admirarme y aún así me levanto cada mañana con un doloroso sentimiento de fraude y un vacío por dentro. Piense en la estrella de rock que, mundialmente aclamada, no puede pasar el día sin drogas. Conseguir el éxito sin conseguir primero una autoestima positiva es condenarse a sentirse como un impostor y a sufrir esperando que la verdad salga a la luz.
La admiración de los demás no crea nuestra autoestima, ni tampoco la erudicción, el matrimonio o la maternidad, ni las posesiones materiales, los actos de filantropía, las conquistas sexuales o la cirugía estética. A veces, estas cosas pueden ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos de forma temporal, o a sentirnos más cómodos en situaciones concretas. Pero la comodidad no es autoestima.
[…] Vivir con integridad es tener principios de conducta a los que nos mantengamos fieles en nuestras acciones; ser congruentes entre lo que sabemos, lo que profesamos y lo que hacemos; mantener nuestras promesas y respetar nuestros compromisos, es decir, ser coherentes con lo que manifestamos verbalmente.
[…] ... su nivel de autoestima es algo de lo que únicamente usted es responsable.
(Texto extraído el libro "La autoestima de la mujer" Autor Nathaniel Branden)
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