haideé iglesias
Las faltas servirán para el bien, a condición de que las usemos para nuestra propia humillación, sin cejar en el esfuerzo por enmendarnos. El desaliento no sirve para nada; es simplemente la desesperación del amor propio herido. El verdadero modo de sacar provecho, por la humillación, de las propias faltas es arrastrarlas en su verdadera fealdad, sin cesar de esperar en Dios, y no esperando nada de sí mismo.
Fenelón
El menor vestigio de superioridad u orgullo por tu capacidad te conducirá al desastre.
Maestro Yuanwu
No hay comentarios:
Publicar un comentario