haideé iglesias
Antaño había personas que vivían en lo esencial desconocido, su espíritu y su energía no fluían al exterior. Para ellos todo era paz, por lo que eran felices y permanecían sernos Las energías negativas no podían dañarles.
En aquel entonces la mayoría de la gente eran salvajes. No distinguían el Este del Oeste. Erraban en busca de comida, luego tamborileaban en sus estómagos y jugaban después de haber comido. Sus relaciones estaban preñadas de armonía natural y se alimentaban de las bendiciones de la tierra.
La cultura es una forma de unir a las gentes. Los sentimientos son comunicaciones internas con un impulso para la acción externa. Elimina los sentimientos mediante la cultura y perderás los sentimientos. Destruye la cultura por medio de los sentimientos y perderás la cultura.
Cuando la cultura es ordenada y los sentimientos se comunican, nos encontramos entonces en la cumbre del desarrollo humano.
Lo cual significa que tener una visión general es una virtud.
Cuando gobernaba la gente perfecta, la mente y el espíritu estaban en su sitio, el cuerpo y la naturaleza armonizaban. En tiempo de calma, absorbe virtud; en momentos de acción aplica la razón. Sigue la naturaleza tal cual es y se concentra en la evolución ineludible. Es claro y no está reglamentado, de modo que el mundo se armoniza espontáneamente, es sereno y carece de deseos, por lo que la gente es sencilla por naturaleza. No existe fortuna y por tanto tampoco desgracia; no existen luchas, pero las necesidades vitales son ampliamente satisfechas. Engloba toda la tierra y enriquece su posteridad, pero nadie sabe quién o qué lo ha hecho.
El Tao de la política. Sobre el estado y la sociedad.