[...]En general el mito de Narciso es descrito como la "gran negación o rechazo". Por ello, el narcisismo se revelará como negatividad y falta.
Por un lado, Narciso no es consciente de su propia realidad (etimológicamente significa "el atontado"). Nace de una violación. Nunca ha conocido a su padre y, según el oráculo, "vivirá si no conoce quién es". Es el proceso opuesto al "conócete a ti mismo" socrático. Por tanto, sobrevivirá sólo si mantiene una "imagen distorsionada de si". Su actuación recuerda el estilo histérico descrito por Shapiro (1986). Narciso es incapaz de mantener una atención focalizada en sí mismo. Sólo vive de impresiones y por ello no sabe quién es ni cómo se siente.
Por un lado Narciso niega la realidad de su entorno. El mito de Narciso no es un simple relato de autoerotismo excesivo, sino de ausencia de interacción social, que se refleja en las siguientes manifestaciones:
a) Narciso rechaza las relaciones de amor. Marcuse (1959) lo describe como el antagonista de Eros, ya que desdeña el amor que posibilita la unión con otros seres humanos y lo asociará a Orfeo en esa negación de Eros. Ante una cultura que pide refuerzo y solidaridad (cuyo representante sería Prometeo) se cierra en sí mismo y se aísla del entorno. Sin embargo, vive con gran pasión para un eros propio, ya que, en principio, no sabe que la imagen que admira es la suya. En la Edad Media se desarrollará esta idea desde la perspectiva del "alma encerrada en sí misma".
b) A su vez, presenta una nula empatía o capacidad de captar los sentimientos y la realidad externa. En la narración, la ninfa Eco simbolizaría la ausencia de empatía. Siempre responde, pero distorsiona todo. No puede ofrecerle una respuesta empática efectiva a Narciso. Posteriormente se resaltará la falta de empatía como una característica básica del trastorno narcisista de la personalidad.
c) Al mismo tiempo, se describe como un sujeto orgulloso y soberbio que desprecia a los demás. Según Ovidio, "no hubo jóvenes, no hubo muchachas que tocaran su corazón" (Ovidio, 355). Tal actitud refleja agresividad y destrucción en su relación con los otros. No sólo no acepta su amor sino que los rechaza despectivamente y provoca la eliminación de sus amantes (por ejemplo. el envío de la espada para Aminias se provoque la muerte).
d) Ese desprecio le impedirá aceptar nada de su entorno (lo que conlleva rechazar también lo útil y positivo que los otros le puedan aportar). Narciso está atrapado contemplando algo que subjetivamente cree externo a sí, pero que es en términos objetivos el aspecto idealizado de su propio yo. Cree que está enamorado; sin embargo, muere porque no puede apartarse y dirigirse a un ser rala del que podría obtener lo que en verdad necesita.
e) No se trata por tanto, de una cuestión de autoamor sino del amor por una imagen especular que se confunde trágicamente con un sujeto real. El castigo consiste en la incapacidad para amar a seres reales. Narciso desea ardientemente a la ninfa Eco. Ella le ayuda a salir del bosque. A Narciso le complace oírla y verla, pero cuando la ninfa quiere abrazarlo retrocede horrorizado.
Tras una fachada de rigidez e indiferencia se esconde la auténtica realidad de Narciso: la incapacidad para poder expresar afecto y sentimientos. Narciso se presenta como una máscara caracterizada por su falta de vida en la mirada. No hay luz en sus ojos, son opacos. Su expresión recuerda la de ciertos pacientes esquizofrénicos que presentan una mirada perdida o vacía. Narciso es incapaz de pronunciar la frase "te veo", no puede contemplar nada que no sea el mismo.
f) Ese temor a la relación directa con los demás, a manifestar y recibir afecto, el miedo al abrazo y al contacto físico aparece relacionado con la vida temprana de Narciso. Excepto en la descripción de Pausanías, Narciso es presentado como hijo único, fruto de una violación. Por tanto, no cuenta con padres o hermanos para su desarrollo psíquico. Todo lo que sabemos de su madre es que le preocupa el destino futuro de su hijo y por ello busca al videntes Tiresias. Se resaltará posteriormente la importancia de las expectativas familiares para la formación del trastorno narcisista (Kohut, 1971, 1977; Kernberg,1975, 1984; Chessick, 1985; Guimón, 1993)".
g) Para el psicoanálisis, en la narración del mito se descubre la "fijación maternal del sujeto". Narciso se enamora de su propia imagen reflejada en el agua. El agua es la ninfa Liríope, su madre. A ese amor no se le presenta ninguna respuesta. Posteriormente, se insistirá en la importancia de la respuesta empática materna para el correcto desarrollo humano. En consecuencia, la madre, será uno de los factores predisponentes para la formación del trastorno narcisista de la personalidad.
h)) El desenlace no se deja esperar: la muerte es consecuencia de ese aislamiento. Ovidio subraya que ese reconocimiento le lleva a una fragmentación de sí mismo, en el momento en que sus lágrimas, al caer en el lago, deshacen su imagen. El rechazo de toda la relación de amor provoca la desintegración del sujeto y la imposibilidad de vivir, ya que es incapaz de aceptar la realidad tal cual es. El resultado final de su actuación se expresa simbólicamente como un retroceso de lo humano. Narciso se transforma en flor (deslizamiento hacia atrás de la especie humana a vegetal), sirviéndose para ello del agua o del espejo (símbolos presentes en todas las versiones del mito) que representaría el seno materno hacia el cual se volvería. Narciso niega su verdadero yo y busca fundirse con la imagen que ve, la muerte es la consecuencia lógica de la fijación en un falso yo.
Llama la atención la relación con la muerte del mito de Narciso. Etimológicamente "narcosis", significa el "atontado", el que no está en la realidad. A su vez, Narciso no mantiene relaciones que posibiliten o construyan la vida: rechaza a todos aquéllos que quieren entablar relación con él; les incita incluso a que se destruyan (por ejemplo, la entrega de la espada a uno de sus admiradores); no capta los sentimientos o señales de vida de los que tiene a su alrededor, etc.
La moraleja de las diversas historias aparece clara: no puede el sujeto conocerse y reconocerse verdaderamente a sí mismo, sino a través del conocimiento y reconocimiento del otro. Cuando se cierra en sí mismo y rechaza a los demás pasa a tener como único reflejo su propia figura, y tal situación es destructiva y mortal.
Creo que todos pasamos un poco por esa fase narcisista y, de alguna manera, aprendemos tras ella a valorar y apreciar muchas cosas en nosotros y, después, en los demás. Interesante análisis sobre el mito de Narciso. Gracias y saludos
ResponderEliminar¡Hola! amaya: es posible que haya aún asignaturas que no están aprobadas y tú estés asumiendo que si...
ResponderEliminarEn la entrada número VIII (la imagen distorsionada de uno mismo) es un buen reflejo, para mi, de muchos de los que escriben en internet, que no sólo,claro...
De hecho esto también les sucede a aquellos que meditan en cierto momento. Hay entradas sobre ello también en el blog. Las extraje de un libro de Jung. Y yo misma he comprobado cuan cierto es por varias personas que me encontré en el camino de la comprensión. También habla de ello Ken Wilber. Vamos, que es algo bastante reconocido. Menos por quien lo "padece".
Cuando hablo de humildad, se bien lo que digo...
Un abrazo y ¡buen día! :)