Creada originalmente por haideé iglesias
Un vecino fue a visitar a Nasrudín para pedirle que le prestara su asno.
–Lo siento –dijo –, pero se lo he prestado a otra persona.
En cuanto acabó de decir esto, el asno, que estaba en el establo, comenzó a rebuznar.
–¡Mentiroso! Puedo oír a tu asno que rebuzna ahí dentro –le dijo el vecino cerrando la puerta de un portazo.
Sumamente sorprendido, Nasrudin replicó con dignidad:
–Un hombre que cree en la palabra de un asno más que en la mía no merece que le preste nada.
jajajaja Toda la razón llevas... ¿quién iba a creer más en la palabra de un burro?
ResponderEliminarBss...
¡Hola! ayshane: Nasrudín, siempre haciéndonos pensar, sonreír y/o reír...
ResponderEliminarAquí estás, fresca como la brisa marina :)
Me alegra que estés bien.
Un fuerte abrazo -.-
Curioso...
ResponderEliminarUy, pues que bueno que el dinero no rebuzna, nos ahorra anécdotas como ésta en la vida real. Oye, qué fotos tan excelentes tomas. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola! amaya: una paradoja :) o se entiende o no...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola! mobtomas: un trozo de papel no tiene vida, sólo se la da el que ve al dinero como algo separado de él y con poder.
ResponderEliminarNasrudín va más allá :)
Esta imagen en particular, es un regalo del que hombre y del paciente asno, sobre todo del paciente asno... y también de los que trabajan para conseguir que una herramienta de tratamiento de imágenes me permitan hacer esto que te ha gustado. Así pues, gracias en su nombre y en el mio.
Bienvenido :)
Un abrazo