Hoy el mundo ha tenido a bien concederme lo que necesitaba para entender.
En múltiples ocasiones me he encontrado con personas retorcidas, digo retorcidas porque no se rigen por el más elemental concepto de relación humana. Se llaman a si mismas masoquistas, lo siento, no entiendo nada (es un decir). ¿Qué será eso de ser masoquista? ¿Estas atado a un concepto de ti que te dice que tienes que ser masoquista? Pero no, puesto que ese concepto no habla por si mismo. Ese concepto, todo concepto mental, es un constructo de la mente, de tu propia mente. Así que dime ¿qué es ser masoquista? Yo diría que estás confuso. Lo aprendiste, lo arreglaste así para no enfrentarte a tu inmadurez, te justificas ante la incapacidad de encontrar en ti algo bueno que dar,… para que seguir…
Yo soy esto, soy lo otro, soy lo de más allá, y además los que estamos alrededor le reforzamos constantemente en su equivocación como si fuéramos hados de la verdad suprema. Me gustó el nombre que le dio una persona que se dedica a investigar sobre las películas que nos montamos para relacionarnos, sobre todo en le amor, “hadas madrinas” las llamó. Genial. Es tal cual. Vamos todo el día por ahí con la varita mágica a ver si arreglamos los asuntos de los demás cuando los nuestros propios no sabemos ni los que son, ni de que van.
Vemos demasiado cine, películas y series y creemos que la vida real es así. James Bond, Los ángeles de Charly, Matrix, La Cenicienta y el último mito, House, uso los más conocidos por no extenderme. Y como la realidad personal y que nos circunda no se asemeja en nada, la construimos como cuando éramos niños, fantaseado a ser quien no soy para darme algo de importancia a mi mismo, ya que considero que no tengo ningún tipo de valía que no sea la de pensar que tengo que no tener para vivir, si se me permite el juego de palabras, en vez de mirar a que tengo miedo, algo que vendría muy bien por cierto. Y como puede que nunca lo consiga no le haría la vida imposible a otros. A no, esto implica mucho esfuerzo y dolor, claro por eso me las apaño para fastidiarle la vida a los demás porque, como soy masoquista… Insisto ¿que será eso de ser masoquista?. Bueno por hoy ya está bien de dedicarle tiempo a estos pobres seres perdidos en su pobre mundo.
Qué bien que el mundo está habitado por seres humanos que les gusta querer y ser queridos no sintiendo en ningún momento que se aburren, son los creadores. Mi mundo y mi vida están tan llenos de riqueza que no tengo que estar esperando que alguien venga a darme una llave para encontrarme. Me encuentro porque así lo deseo y lo deseo porque me encuentro. Bienvenido el que a su vez también sea rico y quiera que nos enriquezcamos mutuamente. El camino del medio.
Hay personas que aprenden de sus errores, otras que aprenden de los suyos y también de los que cometen los demás, y otras que no aprenden nunca. Las llamaría pobrecitas si no fuera porque los pobrecitas son las tienen que aguantar su mal llamado masoquismo. Como decían muy sabiamente en mi pueblo: "quien te entienda que te compre".
En múltiples ocasiones me he encontrado con personas retorcidas, digo retorcidas porque no se rigen por el más elemental concepto de relación humana. Se llaman a si mismas masoquistas, lo siento, no entiendo nada (es un decir). ¿Qué será eso de ser masoquista? ¿Estas atado a un concepto de ti que te dice que tienes que ser masoquista? Pero no, puesto que ese concepto no habla por si mismo. Ese concepto, todo concepto mental, es un constructo de la mente, de tu propia mente. Así que dime ¿qué es ser masoquista? Yo diría que estás confuso. Lo aprendiste, lo arreglaste así para no enfrentarte a tu inmadurez, te justificas ante la incapacidad de encontrar en ti algo bueno que dar,… para que seguir…
Yo soy esto, soy lo otro, soy lo de más allá, y además los que estamos alrededor le reforzamos constantemente en su equivocación como si fuéramos hados de la verdad suprema. Me gustó el nombre que le dio una persona que se dedica a investigar sobre las películas que nos montamos para relacionarnos, sobre todo en le amor, “hadas madrinas” las llamó. Genial. Es tal cual. Vamos todo el día por ahí con la varita mágica a ver si arreglamos los asuntos de los demás cuando los nuestros propios no sabemos ni los que son, ni de que van.
Vemos demasiado cine, películas y series y creemos que la vida real es así. James Bond, Los ángeles de Charly, Matrix, La Cenicienta y el último mito, House, uso los más conocidos por no extenderme. Y como la realidad personal y que nos circunda no se asemeja en nada, la construimos como cuando éramos niños, fantaseado a ser quien no soy para darme algo de importancia a mi mismo, ya que considero que no tengo ningún tipo de valía que no sea la de pensar que tengo que no tener para vivir, si se me permite el juego de palabras, en vez de mirar a que tengo miedo, algo que vendría muy bien por cierto. Y como puede que nunca lo consiga no le haría la vida imposible a otros. A no, esto implica mucho esfuerzo y dolor, claro por eso me las apaño para fastidiarle la vida a los demás porque, como soy masoquista… Insisto ¿que será eso de ser masoquista?. Bueno por hoy ya está bien de dedicarle tiempo a estos pobres seres perdidos en su pobre mundo.
Qué bien que el mundo está habitado por seres humanos que les gusta querer y ser queridos no sintiendo en ningún momento que se aburren, son los creadores. Mi mundo y mi vida están tan llenos de riqueza que no tengo que estar esperando que alguien venga a darme una llave para encontrarme. Me encuentro porque así lo deseo y lo deseo porque me encuentro. Bienvenido el que a su vez también sea rico y quiera que nos enriquezcamos mutuamente. El camino del medio.
Hay personas que aprenden de sus errores, otras que aprenden de los suyos y también de los que cometen los demás, y otras que no aprenden nunca. Las llamaría pobrecitas si no fuera porque los pobrecitas son las tienen que aguantar su mal llamado masoquismo. Como decían muy sabiamente en mi pueblo: "quien te entienda que te compre".
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