La imposibilidad de expresar lo que uno siente y el estrés crónico pueden provocar enfermedades influidas por factores psicológicos, desde las migrañas y el asma hasta las afecciones cutáneas, úlceras gástrica o duodenal, colitis, dolores dorsales, taquicardias, etc. En general, los trastornos surgen cuando el psiquismo desbordado ya no consigue absorber las descargas de energía. En la vida cotidiana, sufrimos un determinado número de contratiempo en el ámbito familiar, profesional, amistoso, social. Cuando uno es vulnerable o está agotado, ya no logra movilizar los recursos físicos y hacer frente a la situación. En tal caso, asistimos a una especie de sustitución y el cuerpo se pone a su servicio; el sufrimiento se manifestará en un malestar físico, porque ya no hay otro modo de pensarlo.
En la actualidad, este proceso sigue encerrando un gran misterio, pero las investigaciones se están orientando hacia los intercambios entre los sistemas nervioso o inmunológico. De modo esquemático, cuando estos sistemas están bien regulados y se comunican con eficacia, permiten luchar contra las enfermedades. Pero si se alteran, los mecanismos de defensas inmunológicos se debilitan o saltan, y la enfermedad se desarrolla.
Una paciente se queja de crisis asmática, cada vez más intensas y frecuentes. Últimamente han tenido que hospitalizarla de urgencia a consecuencia de una crisis especialmente larga y brutal. Creyó que se moría de tan intensa como era la sensación de ahogo que la oprimía. No puede entender que el tratamiento no funcione tan bien como al principio de los trastornos y hace responsable a la contaminación; incluso está pensando en irse a vivir al campo.
Es una mujer dulce, más bien apagada y tímida, que parece encajarlo todo sin pestañear. Está apegada a sus padres, quienes le reprochan sin cesar que no vaya a verles lo bastante a menudo. "Con todo, hago lo que puedo, pero cada vez que voy a visitarles es un fracaso; me critican sin parar y no sé responder." Y sus crisis de asma sobrevienen cada vez más penosas e interminables. Sin embargo, esta paciente niega que exista un vínculo entre lo que soporta sin decir palabra y lo que siente en su enfermedad.
Buenas entradas esta serie de "la confianza en uno mismo" es un lujo de lectura.
ResponderEliminarMe alegra volver a pasar por tu casa después de algún tiempo sin visitarte. Espero que todo vaya bien
Un abrazo
¡Hola! ángel: leer y aplicar, esto es lo bueno, tal como yo lo entiendo. Mirar si uno se ve reflejado o identificado con lo que lee y así poder transformarlo. Ya sabemos que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio, así pues, hagamos todo lo posible por mirar dentro, en beneficio de toda la humanidad.
ResponderEliminarVivo, sin más :)
Un abrazo