Creada originalmente por haideé iglesias
Uno de sus fieles discípulos, que había estado buscándole durante muchos años, le encontró finalmente encima de un montón de piles de plátano, y nadie sabía por qué estaba allí.
¡Oh, gran sabio Nasrudín! –dijo el entusiasta estudiante–, tengo que hacerle una importante pregunta, cuya respuesta todos buscamos: ¿Cuál es el secreto para alcanzar la felicidad?
Nasrudín sonrió, pensó un momento, y luego respondió:
–El secreto de la felicidad consiste en no equivocarse.
–¡Ah! dijo el estudiante–, pero, ¿cómo hay que hacer para no equivocarse?
–Con la experiencia –contestó Nasrudín.
–Sí –dijo el estudiante–, pero, ¿cómo se obtiene la experiencia?
–Equivocándose.
Muy sabia enseñanza, muy bueno
ResponderEliminarQue buena forma de ser maestro. Ser ambiguo, no decir nada.
ResponderEliminarPerdón, hoy me levanté irónico.
Te dejo un saludo, que hace mucho que no te leo.
¡Hola! amaya: por cierto: ama ya, si, ama ya :)))
ResponderEliminarLo que da de si el lenguaje... nada nos puede ocultar...
nada...
Un abrazo desde el corazón -.-
¡Hola!gamar: ¿así que para ti no dice nada? Estamos tan acostumbrados a que nos lo den todo masticado que no provoca incertidumbre pensar por nosotros mismos...
ResponderEliminar¿Irónico? ¿Qué es eso? Tradúcelo para ti mismo a ver que significa...
No sé si creerte que no me lees...
Un abrazo :)
Haces bien en no creerme mucho.
ResponderEliminarBeso