El segundo chakra es el chakra de las relaciones. Su energía comienza a vibrar y a hacerse notar alrededor de los siete años. A esa edad los niños comienzan a relacionarse con otros niños y adultos con más independencia de sus padre y fuera del entorno hogareño. Por medio de estas primeras interacciones comienzan a individualizarse, a entablar relaciones y a explorar su poder de elección. Con el segundo chakra, la energía pasa a obeder a la autoridad tribal, a descubrir otras relaciones que satisfacen necesidades físicas personales. Pese a ser un chakra inferior cuya energía nos impulsa a relacionarnos con fuerzas externas, el segundo chakra es una fuente potente.
Ubicación: Parte inferior del abdomen hasta la zona del ombligo.
Conexión energética con el cuerpo físico: Órganos sexuales, intestino grueso, vértebras inferiores, pelvis, zona de las caderas, apéndice y vejiga.
Conexión energética con el cuerpo emocional/mental: Este chakra se hace eco de la necesidad de relacionarnos con otras personas y de la necesidad de dominar hasta cierto punto la dinámica de nuestro entorno físico. Todo aquello a lo que nos adherimos para mantener el dominio sobre nuestra vida externa, como la autoridad, otras personas o el dinero, está ligado, mediante el segundo chakra, a nuestro campo energético y cuerpo físico. Las enfermedades que se originan en este centro de energía son activadas por el miedo a perder dominio. El cáncer de próstata y ovario, el dolor crónico en la parte baja de la espalda y las caderas, y la artritis son algunos de los trastornos de salud más comunes. Los problemas durante la menopausia, como los sofocos y la depresión, son disfunciones energéticas del segundo chakra. Los fibromas son consecuencia de la energía creativa del segundo chakra que no dio a luz y de la energía vital dirigida a trabajos o relaciones sin futuro.
Conexión sefirot/sacramento: El segundo chakra se corresponde con la sefirá de Yesod, que representa el falo, es decir, la energía masculina de la procreación. Este chakra relacional también contiene la energía de la "alianza". Esta energía procreadora es a la vez biológica y espiritual: deseamos engendrar hijos y también dar forma física a nuestra energía creativa, lo que es tan esencial para la comunión se hace eco de la energía de este chakra y simboliza los lazos que establecemos con las personas. El acto de "compartir el pan" simboliza muchos tipos de comuniones.
Conexión simbólica/perceptiva: La energía de este chakra nos capacita para generar un sentido de identidad personal y fronteras psíquicas protectoras. Mientras evaluamos constantemente nuestra fuerza personal en relación con el mundo externo y sus rostros físicamente seductores (relaciones sexuales, sustancias adictivas u otras personas), la energía del segundo chakra de un ego sano nos capacita para negociar o "·vendernos"; el la energía de la autosuficiencia, el instinto de supervivencia necesario para estar en este mundo.
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Hola,
ResponderEliminarEstoy buscando información del segundo chakra cuando os he encontrado. Solo quiero daros las gracias por comparit información.
Enhorabuena por este bonito espacio. UN abrazo, Marisa-.