Detrás de cada estado Chicory hay un profundo vacío anímico, un vacío interior, a menudo la sensación de ser indeseable y no querido por nadie. De hecho, no pocas veces antecede a un estado Chicory negativo una infancia desprovista de amor. Algunos describen este sentimiento como un agujero negro o un tonel sin fondo que necesita ser llenado sin cesar con dedicación, reconocimiento y autoconfirmación. Para satisfacer esta necesidad en estado Chicory negativo, la persona pone en juego su recia voluntad y todo su destreza manipulativa. Como en un estado tan vacío uno mismo no puede dar amor, se sufre de inseguridad interior y variados miedos de perder. Cuando a pesar de este déficit afectivo, se logra activar los sentimientos estos tienen inevitablemente carácter de inversión: "Te amo, a condición de que..." Una experta inglesa en el sistema Bach describe gráficamente el estado Chicory negativo como el de The Needy mother" (La madre necesitada", en contraposición al estado Heather, "el niño necesitado".
En los individuos acentuadamente Chicory existe en potencia una gran fuerza interior y auténtica capacidad de amar, que también se puede despertar si la persona está dispuesta a realizar un giro interior. Evidentemente, el agujero negro sólo se puede llenar con la fuente del amor que brota en nuestro interior, que fluye incesante de nuestra alma. Tan pronto ponemos abnegadamente esta actividad al servicio de los demás y del Gran Todo, de acuerdo con los mandamientos de nuestra alma, advertimos como esta fuente de amor divino comienza a manar y sentimos crecer en nosotros una fuerza y seguridad increíbles. Entonces ya no necesitamos imponer la dedicación y el amor, porque vendrán por si sólos. Tampoco habremos de temer volver a perder esta dedicación, porque la fuente interior del alma no se agota.
El propio Bach comparó el estado Chicory positivo con el arquetipo de la "madre universal", el potencial maternal del alma que está latente en todo ser humano ya sea mujer u hombre. Los esotéricos dan a este respecto la hipótesis de que en Occidente hay tantos individuos en estado Chicory negativo, porque se han separado de la conciencia demasiadas facetas de esta gran energía madre arquetípica y sólo se han concentrado en la Virgen María, por ejemplo. Otra interesante reflexión esotérica es que los individuos que en muchas existencias han estado bajo la influencia universal de una "madre Iglesia" que exige obediencia incondicional, están especialmente predestinados a los estados Chicory negativos.
En estado Chicory positivo, la gran energía maternal puede ser desembolsada positivamente, sacamos de lo que está lleno, podemos dar desinteresadamente, sin esperar una retribución o exigirla interiormente. Abogamos por los demás con auténtica entrega. Extendemos alas de calor, amabilidad y seguridad bajo las cuales otros seres pueden sentirse amparados.
En las práctica, casi siempre encontramos en los casos Chicory una madre problemática, así como una cantidad de síntomas somáticos concomitantes, por ejemplo: manifestaciones patógenas de sujeción, manifestaciones de estancamiento de la energía en el dominio inferior, manifestaciones físicas de intoxicación emocional y espiritual. Entre los antiguos egipcios la flor de achicoria (Chicory) ya era considerada la amiga del hígado.
Síntomas en estado de bloqueo:
- Egoísmo, despotismo, postura excesivamente exigente.
- Cumple el papel de gallina clueca en cuanto a las necesidades, deseos y procesos de la propia familia y el círculo de amigos.
- El individuo siempre tiene algo que observar, proponer o corregir.
- Supervisor, súper atento.
- Nunca hace algo sin reflexionar.
- Amor condiconado: "Te amo si..."
- Intenta alcanzar mucho por vía indirecta.
- Manipula, procede con diplomacia, demuestra destreza en la táctica con tal de imponer la propia voluntad o conservar su influencia.
- Coacciones afectivas.
- Quisiera mantener lazos afectivos ya superados, por ejemplo, la relación madre-hijo, novia-novio, y otras.
- Le cuesta perdonar y olvidar.
- Siente miedo tácito a perder amigos, relaciones o posesión.
- Se siente fácilmente relegado, postergado u ofendido.
- Autocompasión: "Nadie me quiere".
- Exagera en la descripción de la propia "miseria".
- En ocasiones se refugia en una enfermedad para despertar simpatía o ejercer influencia.
- Cuando no logra imponer la propia voluntad, se enoja y eventualmente hace el papel de mártir.
- Rompe en llanto por la ingratitud de los demás.
- Habla de lo que "el otro debe".
- Niños que siempre reclaman atención.
- Problemática psicológica de madre.
Potencial en estado transformado:
Arquetipo de la "madre eterna"
- Con gran amor y auténtica abnegación se preocupa por los demás.
- Se entrega sin esperar ni necesitar retribución.
- Calor, amabilidad, delicadeza; está cobijada en sí misma.
- Ofrece a los demás protección y seguridad.
beautiful Haidee!!
ResponderEliminar¡Hola! kyungmee: tan sencillo como confiar :))) todo está en uno, y en todos :)))
ResponderEliminarUn abrazo lleno de amor para ti mi querida amiga -.-
Recomfortantes palabras las suyas señorita.
ResponderEliminarQuizás tengas razón. Como ser humano tengo derecho a aprender. Como supuesto artista, el ego es necesario...pero ¿Donde estará el limite?
Son muchos los errores que cometo, pero no arrepiento de ellos porque con ellos crezco.
Dicen que el único con derecho a juzgar es Dios, curiosamente el significdo del nombre Daniel lo confirma. Yo juzgo y no soy Dios, de nuevo aterrado ante la realidad intento adoptar formas que nome corresponden. Pero debo admitir, que tus palabras se acercan a un juicio algo divino.
¡Hola! daniel: ¿necesario el ego para ser artista? Dependerá de la cultura en la que se ponga la etiqueta de artista... aquellos que en el antiguo oriente se dedicaban a pintar, escribir, dibujar, etc... ya no tenían ego, ese ego al que tanto nos aferramos aquí en occidente... el que está ciego...
ResponderEliminarCometer errores no significa aprendizaje tan sólo... cada uno interpreta lo que le ocurre dependiendo de la capacidad que haya encontrado de ejercer la atención plena... a mi entender, por supuesto...
Ese Dios que tu mencionas tan sólo es el reflejo de nosotros mismos... pienso que es mucho aún lo te queda por aprender... mucho... ¿aterrado ante la realidad? ¿La que construyes desde tu pensamiento? Ya ves, puede ser interminable la conceptualización... por eso mejor fluir...
De nuevo: una apreciación no es un juicio, pero si, divina, como todos aquellos que lo encontramos dentro de nosotros :))
Un abrazo Daniel :)