martes, 12 de octubre de 2010

Chantaje emocional. Introducción (X) y última. Nuevas opciones


En todas mis obras propongo soluciones y en la segunda parte de éste libro recorreremos paso a paso el amplio abanico de opciones que existen cuando alguien nos elige como blanco del chantaje emocional. Solemos funcionar con una visión limitada de las alternativa de que disponemos y en general existen otras. La capacidad de elegir nos da poder. Mostraré estrategias para resistir el chantaje incluso cuando nos sentimos intimidados o asustados y contribuiré a que te sientas bien. Te proporcionaré listas, ejercicios sencillos, guiones de práctica y técnicas específicas de comunicación no defensiva. En los últimos veinticinco años he enseñado y perfeccionado estas técnicas y te aseguro que dan resultado.
También te ayudaré a esclarecer las cuestiones éticas, morales y psicológicas decisivas que todos afrontamos cuando luchamos con el chantaje emocional, cuestiones como las siguientes:
  • ¿Cuándo soy egoísta y en qué momento soy leal a mis propias aspiraciones y prioridades?
  • ¿Hasta qué punto puedo dar o ceder sin resentirme o deprimirme?
  • Si capitulo ante el chantajista, ¿violo mi integridad?
Te proporcionaré los instrumentos para determinar, caso por caso, donde empiezan y terminan tus responsabilidades hacía los demás: una de las claves fundamentales para librarse de la manipulación.
Entre las grandes ventajas de esta obra figura que contarás con ayuda para reducir y manejar los sentimientos de culpa que los chantajistas provocan en ti. Te enseñaré a soportar el malestar inevitable que experimentas al cambiar tu comportamiento para liberarte de la culpa inmerecida. Te demostraré que la culpa decrece a medida que adoptas actitudes sanas y autoafirmativas. Comprobarás que sin culpa el chantajista se vuelve impotente.
Te acompañaré durante el proceso de realización de los principales caminos internos que te permitirán desprenderte de las reacciones automáticas ante el chantaje emocional y sustituirlas por elecciones conscientes y positivas acerca de hasta que punto estás dispuesto a llegar a fin de adaptarte a alguien a costa de tu bienestar.
Al ayudarte a rechazar el chantaje también te enseñaré a decidir en qué casos no vale la pena discutir o en cuáles acatar al chantajista se convierte en una estrategia inteligente. En contadas situaciones extremas el único recurso sano consiste en romper totalmente con el extorsionador, y analizaré las razones y el modo en que hay que hacerlo cuando todo lo demás fracasa.
Liberaremos un entusiasmo y una energía increíbles cuando accedemos a la comprensión y las estrategias de comportamiento que nos aparten del aplastante círculo del chantaje emocional.
Maggie, una de mis clientes, me comentó:
–Logré decirle que no a mi amigo y comprendí que sus exigencias eran irracionales. No lo herí, aunque pretendió fingir que le hice daño. Por primera vez no me enfadé ni lo llamé diez minutos más tarde para disculparme o ceder.
Mi libro va dirigido a todos los que luchan por permanecer junto a una pareja, un progenitor, un compañero de trabajo o un amigo que con la retorcida enredadera de la manipulación asfixia una relación importante y en otros aspectos buena.
Quiero que entiendas que, aunque no estaré a tu lado mientras vivas este proceso, te ofreceré apoyo moral a cada paso del camino para que pongas en práctica estos actos, a veces difíciles, que modificarán tu vida. Te ayudaré en la importante tarea de crear relaciones nuevas y sanas no sólo con los chantajistas de tu vida, sino contigo mismo.
Se necesita verdadero valor para hacer frente al chantaje emocional y este libro te dará fuerzas para encararlo.

4 comentarios:

  1. Haideé, me parece un libro muy recomendable para la gente que se deja chntajear emocionalmente.
    Respecto a tu respuesta en mi blog, es fácil discernir entre emitir una opiníon, acogiéndome a la libertad de expresión y otra muy distinta es la de manipular, que es aprovecharse de alguien de forma deshonesta, maliciosa y desleal.
    Y no me erijo en juez, sino expongo mi parecer por mi experiencia personal y la de otros casos conocidos.

    Un abrazo.

    Juan Antonio

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  2. ¡Hola! juan antonio: este libro me ayudo no sólo a ver de que modo manipulaban los demás, sino también en el modo en el que yo misma lo hacía. Yo como todos los habitantes de este planeta cometí errores; de ellos aprendí que antes de juzgar a nadie es mejor pensar en lo que uno ha hecho mal para comprender por qué motivo alguien también lo puede hacer mal. Esto me hizo comprender que yo no soy nadie para juzgar a nadie. Incluso dando mi opinión sobre lo que me haya acontecido procuro siempre ponerme en el lugar del otro para comprender el motivo por el cuál se halla podido comportar así. Y algo mucho más importante, me pregunto siempre que tengo yo que aprender de lo que me aconteció o acontece. Los demás son el espejo en el que nos reflejamos. La pregunta que me hago es: ¿de esto que no me gusta del otro que tengo yo que aprender? ¿qué es lo que está en mi pero no quiero reconocer o ver? Busco la sombra, esa que proyectamos hacía los demás, sobre todo aquellos que elegimos como víctimas de nuestras acusaciones.

    Tal como yo lo entiendo la libertad de expresión es informar sin caer en sesgos. Y un sesgo es aquello que informa parcialmente. Inducir a pensar en determinada dirección, la que a uno le interesa. Todos sabemos, porque no es un secreto, que los que ejercen la medicina alopática cometen muchos errores, y que procuran ocultarlos para no perder poder. Para no incurrir en el sesgo entonces si uno habla de dos tipos de medicinas, también ha de hablar de aquello que también pueden hacer mal los médicos que ejercen al medicina alopática, no sólo de las personas que ejercen la medicina alternativa.
    Así con estos datos uno puede disponer de una información más equilibrada.
    Tal como yo he leído y entendido lo que has expresado en tu entrada, se me induce (he aquí el sesgo que menciono) a pensar que tuviera cuidado con aquellos que ejercían la medicina alternativa, y se me aconsejaba siempre tener presente la alopática, cuando en esta también hay personas que abusan y de las que no se dice nada en la entrada.
    Espero haberme hecho entender.
    Un cariñoso abrazo :)

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  3. Haideé, yo tampoco soy nadie para juzgar a los otros. Yo llegué a ese convencimiento, puesto que hay que ponerse en la piel de los demás para poder comprenderlos y entonces poder emitir una opinión. Yo he cometido errores que no tendría una explicación convincente para otras personas, si hubiesen tenido la oportunidad de criticarme.
    Respecto a la medicina tradicional y la alternativa, y los profesionales que la imparten, tienes razón que los galenos de la primera han cometido muchos fallos de bulto, pero no lo iba a decir así, puesto que crearía alarma social. Mi consejo era que no había que descartar la medicina alternativa, sino que fuera combinada con la tradicional, o por lo menos, sin dejar el tratamiento que estaban tomando.
    Un abrazo.
    Juan Antonios

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  4. ¡Hola! juan antonio: ¿no sería mejor,entonces, no poner nada respecto a los que no hacen bien su trabajo en las medicinas alternativas? ¿No te parece que ese párrafo final también puede crear alarma social? ¿O es que es más común oír que estos lo hacen mal y se aprovechan y los otros no, precisamente porque casi nadie se atreve a decirlo? ¿Te parece justo? Sopésalo, A mi me parece un punto importante a tener en cuenta. La libertad tiene que estar amparada por la ética y la honestidad. Si en conciencia consideras que ayudas a las personas negando la evidencia de un mal comportamiento, sigue adelante, sino, sería bueno que quitaras el último párrafo.
    De tu mano queda. Recuerda que todos nuestros actos tienen consecuencias...
    Un cariñoso abrazo :)

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