4. La acción correcta.
La acción correcta disminuye el sufrimiento. Es dirigida por la visión correcta y, a su vez, manifiesta la visión correcta en el mundo: no puede existir la una sin la otra. Si no se desarrolla la visión correcta, podemos aún así extendernos hacia la acción correcta preguntándonos: "¿Qué puedo hacer para contribuir?" La acción correcta comienza evitando la conducta dañina. El asesinato no puede ser una acción correcta aunque la víctima sea una hormiga que camina sobre la mesa. El maltrato físico -hacia nosotros o hacia los demás- no se justifica en ningún caso. De igual modo el abuso mental, la presión, el acosos o la humillación de los demás sólo puede generar sufrimiento.
Pero podemos ir aún más allá. Podemos abstenernos de debilitar al otro y además ofrecer nuestro apoyo. Podemos abstenernos de robar y también dar con generosidad. Y en lugar de ser envidiosos, podemos disfrutar el éxito ajeno. Podemos a veces preguntarnos: "¿Estoy seguro de que no hago ningún daño, independientemente de mis buenas intenciones?".
Diez acciones saludables
- Sostener la vida
- Comprometerse con el dar
- Mantener una ética
- Hablar la verdad
- Hablar armoniosamente
- Hablar con amor
- Hablar con sensatez
- Cultivar el goce por la prosperidad de los demás
- Cultivar la solidaridad
- Aprender a tener visiones correctas
La acción correcta honra el bien común y la ley del karma. No se basa en seguir ciegamente el ejemplo del los demás, sino en la fe de que nuestras acciones generaran consecuencias positivas. Una acción saludable generar resultados saludables, mientras que una acción malsana genera más ciclos de sufrimiento. El camino del Buda está pavimentado de acción correcta.
No hay receta para las acciones correctas, porque lo que se necesita en un momento dado es único para ese momento. En ocasiones debemos abstenernos de actuar, otras veces es mejor actuar sin análisis previo, y otras veces tenemos que pensar todo minuciosamente hasta haber agotado todas las preguntas.
Acción correcta también requiere sensibilidad al tiempo: nuestra reacción debe darse en un preciso momento, ni antes ni después. El timing es crucial. Por ejemplo, una vez terminado el tiempo de reflexión, debemos actuar. La atención no se centra en nuestros asuntos personales, sino en lo que debe hacerse para atender al bien común. Si el timing es correcto no debemos tener miedo de actuar. Si nos equivocamos se repara el daño inmediatamente. Eso también es acción correcta.
Aprendemos en la acción. Cada situación nos ofrece otra oportunidad para dar. No hace falta esperar hasta estar totalmente seguros de los que hacemos, ni actuar precipitadamente. Cuando nuestras acciones son correctas, comprobamos que recibimos más de lo que damos: cuanto más damos, tanto más podremos recibir. En general, nuestras acciones se verán protegidas por el deseo de: "Que todos los seres sintientes puedan beneficiarse de mis acciones".
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excelente reflexion que comparto, en estos momentos tan duros socialmente es necesario esta humanización! un beso
ResponderEliminar¡Hola! roxana: si,sobre todo para no caer en el pánico y el egoísmo, templando el ánimo.
ResponderEliminarUn abrazo :)
me encanta; estoy de acuerdo con este escrito, ahora mas que numca necesitamos poner en practica la accion correcta, en este siglo donde cada dia, el hombre se olvida de donde proviene, y de que estamos hechos. besos.
ResponderEliminar¡Hola! yoli: comencemos por nosotros mismos lo más pronto posible :)
ResponderEliminarUn abrazo y bienvenida :))
Hola Haideé,
ResponderEliminarExcelente artículo, gracias por compartirlo. Lo compartiré a su vez en mi red, a la cual te invito, te va a gustar. Se llama Educación de Alta Conciencia. www.altaeducacion.ning.com
La creamos mi colega Violeta y yo hace unos años.
Espero que te unas,
Raquel Cherem
México